H a x e l © [Versión censurada de 361 Grados Completa]

25. L I M B O.

⚠️Advertencia: Los actos que se practican en este capítulo no deben ser practicados en la vida real. La ficción es solo ficción y si vas a confundirla con la realidad te sugiero que interrumpas la lectura.⚠️

 

"Rodea con los dedos de tus manos mi cuello."

"¿Y luego qué? ¿Presiono tu cuello?"

"Presiona mi cuello con fuerza."

"¿Con fuerza? ¿Hasta dejarte sin aire?"

"Ese sería el clímax. Que me faltara el aire."

"¿Por qué va a ser el clímax que te falte el aire?"

"Porque sentiría el placer de estar en el limbo que hay entre la vida y la muerte."

 

Haxel cruza sus piernas y no aparta sus ojos de mí, estoy sentada justo enfrente del sofá en el que él se encuentra.

Venir a su casa ahora se me ha vuelto una costumbre, vengo cada fin de semana, cuando no tengo ningún compromiso con mis clases de la academia.

"¿Qué paso hace una semana mientras dormía, Mara?"

Levanta la taza de té que tiene en su mano para pegarle un sorbo, yo me acomodo mejor mis lentes.

"La semana pasada tenía dos opciones."

"¿Y?"

"Mientras dormías me decidí por una."

"¿Por qué lo sentiste o por que lo quisiste?"

Creo que recuerda algunas cosas que nos dijimos mientras conversábamos, él estando dormido. Pero tengo la certeza de que son solo algunas cosas, no todas en lo absoluto.

"Por que sentí y a la vez lo quise."

"Pudiste haber ido contra las autoridades y haberme delatado, ¿sabes?"

"No te delaté con las autoridades, ¿sabes por qué?"

"¿Por qué?", pregunta.

"Por que si voy a morir, será para mi un honor morir en tus manos, Haxel."

Me rio de lado, y estoy totalmente segura que esta sonrisa me hace lucir tan desquiciada como él.

Haxel parece emocionarse, camina hasta a mi y se arrodilla frente a mis piernas, yo permanezco sentada, viendo como lleva sus manos a mi cuello lentamente.

"¿Te gustaría que jugáramos un poco?"

"Me encantaría jugar y más si se trata de jugar con la vida."

"Mas que con la vida, se trata de jugar con la muerte", opina con frialdad.

Sus lentes se desacomodan de su sitio y yo los ajusto en el lugar donde deben estar, justo a la altura de sus ojos.

Quita sus manos de mi cuello para apoyarlos en mis hombros.

Yo agarro esas manos y hago que regresen al lugar donde las tenía.

"Rodea con los dedos de tus manos mi cuello.", le pido sedienta por experimentar cosas nuevas.

"¿Y luego qué? ¿Presiono tu cuello?", cuestiona.

"Presiona mi cuello con fuerza."

"¿Con fuerza? ¿Hasta dejarte sin aire?"

"Ese sería el clímax. Que me faltara el aire", le aseguro.

"¿Por qué va a ser el clímax que te falte el aire?"

"Porque sentiría el placer de estar en el limbo que hay entre la vida y la muerte."

Y lo hace, presiona con sus ásperos dedos mi cuello tan lentamente, y parece que lo disfruta tanto como yo.

Cada vez es más intensa la presión, y mientras se intensifica una especie de energía extraña se apodera de mi cuerpo.

El aire me comienza a faltar, es agobiante, pero a la vez excitante y placentero.

Se siente tan bien imaginar que él no me soltara nunca, al menos no lo hará hasta que cierre mis ojos y deje de existir.

"Me perteneces, Mara, tu vida me pertenece, tu existencia es mía, es parte de mí", susurra excitado.

Haxel está gozando al verme así.

Es probable que lo último que yo vea antes de morir sea esa expresión de satisfacción en su rostro. Y para mi no hay mejor satisfacción que esa.

¿Voy a acabar como la muñeca de la nevera?, me empiezo a preguntar cuando veo que Haxel nunca me suelta, y yo ya estoy dando mis ultimas batallas por mantenerme viva.

Quiero oxígeno, lo necesito Haxel.  Pero si tu no quieres dármelo no importa, yo moriré en tus manos tal y como lo anhelo.

Cierro mis ojos poco a poco y antes de perder la batalla sonrío contenta por que oigo susurrar a Haxel lo siguiente

No terminaras como la muñeca de la nevera, Mara, tu has llegado más lejos que ella.

Pienso que con esas palabras quiere decir que ha decidido dejarme viva por que yo he llegado más lejos que ella, pero cuando susurra otra cosa me doy cuenta que he entendido mal.

No colocaré tu cuerpo en mi nevera, le dará un lugar mas importante en mi casa.

Y entonces cierro los ojos, y dejo de respirar.