El adiós

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Cecile

Los látigos de energía se desvanecieron y con ello el brillo de mis ojos. No sentía mi habilidad, ni siquiera podía sentir mi cuerpo.

La visión se volvió borrosa y comencé a caer al suelo. Había perdido demasiada sangre.

Pero... cada esfuerzo valió la pena, pudimos detenerlo, ya no se destruiría a sí mismo. Gracias Dios por permitirme salvarlo. Mis débiles oídos oían a la distancia policías y ambulancias. Habíamos llamado demasiado la atención.

El sonido de unos pasos apresurados y el deslizar por la tierra me embriago, había llegado justo a tiempo.

-John...-

-No hables, resiste, las ambulancias están en ca...-

-Voy a morir-

Lagrimas brotaron de sus ojos, aquel dorado opaco se ilumino nuevamente.

-No puedo... ¡PORQUEEEE!- su grito hizo añicos mi corazón, lo sabía intentaba curarme.

-Tienes que irte... yo no resistiré mucho más-

-No voy a dejarte, no me pidas que me vaya... por favor no me dejes- el sentimiento finalmente me inundo.

-No quiero morir John... tengo miedo-

Sus brazos me envolvieron, lágrimas y llantos provenientes de los dos adornaron aquel devastado callejón. Habíamos ganado la batalla, pero perdimos la guerra. La guerra del amor.

-Todo estará bien... estoy aquí contigo ¿recuerdas? - palmeaba mi espalda mientras intentaba consolarme con sus rotas palabras.

-Cuídala John... ella va a necesitarte-

Mi mirada entre lágrimas se dirigió a una Seraphina arrodillada a mi lado.

-Gracias.... Gracias por ser mi amiga, fuiste la primera- Ella no aguanto más, me abrazo, se sentía tan bien el calor de su cuerpo, lo sabia bien, yo estaba muriendo, ella grito disculpas, grito por su ineptitud, pero nada importaba, todo iba a estar bien.

-John- Con esas palabras el cuerpo temblante de Seraphina se apartó, lo sabía muy bien estas serían mis últimas palabras.

-Cuídate, come mucho, ríe y cumple tu promesa ¿sí?... Te amo, te amo tanto como no tienes idea, lamento no poder ayudarte con tus estudios, ¿puedes perdonarme? - no me importaba lagrima tras lagrima rodaron por mi rostro, era inevitable.

Una tos me abrumo, mis ojos lentamente comenzaban a cerrarse.

A lo lejos pude escuchar la voz desesperada de mi novio, suplicándome, no podía hacer más nada, lo supe desde que decidí dar mi vida por alguien más.

Adiós amor... Te amo John. Ojalá en la siguiente vida estemos destinados a estar juntos.

Seraphina... Cuídalo mucho.

Seraphina

El pecho de mi amiga dejo de moverse y sus ojos volvieron a ser opacos, se había ido y nadie pudo hacer algo para evitarlo. La había matado, la traje a una muerte. Mi corazón se derrumbó, grite de impotencia suplicando su perdón.

-Perdóname...-

Un abrazo me envolvió, John, no podía si quiera ponerse de pie, e incluso así estaba protegiéndome de mi misma. ¿Al final siempre sufrirás por mi culpa?

-Vámonos...- la voz apagada de mi hermana llamo mi atención, todo esto era su culpa. En un estallido de rabia me levante del suelo apartándome de John.

-¡TÚ!-

-¡MIRA LA MIERDA QUE HAS CAUSADO!- Inmediatamente lance mi puño contra su mejilla.

El golpe conecto, pero ella no se movió, lance una cachetada a su rostro, pero mi mano fue atrapada por la de ella.

-Lo siento tanto Sera...- me abrazo, intenté resistirme, pero no pude, mi cuerpo se volvió flácido y nuevamente comencé a llorar en sus brazos.

John

Recordé cada uno de nuestros momentos juntos, la vida que tanto había soñado acababa de irse en mis manos, cada beso, cada abrazo todo se había perdido. Mi mente deambulaba.

¿Eso es todo? ¿Nunca podre ser feliz?

Mi alma, mi corazón y mi mente se habían roto, pero tenia que seguir adelante... pero ¿Cómo podría hacerlo si no estás tu?

Cecile volvió a aparecer en mi mente como aquella primera vez, una persona que me enseño a amar, lo que era la lealtad y sobre todo a cada día enamorarme nuevamente de ella.

-Demuestra a todos quién eres-

Mi cuerpo se puso de pie.

Tomando su frio cadáver del duro asfalto comencé a caminar hacia Seraphina y Arlo.

La mirada atenta de ellos, su lastima a cada paso que daba, su miedo... Podía sentirlo todo.

-Hemos terminado aquí-

Un ciclo se cerraba y uno nuevo nacía. Pues al final de cuentas esto era la vida. A veces se gana y otras veces pierdes todo lo que alguna vez amaste.

Afortunadamente soy un gran perdedor. 


John

18 años

Manipulación de Auras-Control del aura

8.5



Hemos concluido con éxito esta segunda temporada. Muchas gracias a todos por su apoyo. Los veo en Diciembre. 

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