Hasta la primavera [MinLix]

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Punto de vista de Felix.

"Criofobia".

Miedo irracional al frío o a las bajas temperaturas. Es una patología donde la persona sufre ataques de ansiedad al estar en contacto con el frío; algunos le temen a las cosas frías o al mismo invierno. Otros le temen a la simple idea de pensar en ello.

Esas fueron las palabras que el médico le había dicho hace unos años. Felix sufría de aquello desde los cinco años cuando su padre lo encontró desmayado en medio de la nieve.

Durante su infancia, sus padres lo llevaron a vivir a *Perth, con la esperanza de que su miedo se perdiera. Y pareció funcionar durante unos años, hasta que los ataques de ansiedad se hicieron cada vez más intensos. Felix se sentía patético cuando un simple vaso con hielo le provocaba que cada hueso sintiera dolor y las ganas de vomitar lo invadieran.

Hasta que su tío se enteró de su situación; el hermano de su papá era además su padrino, y como tal, había hecho hasta lo imposible para solucionar su estado.

En su viaje a la casa de su hermano, se trajo consigo a un Felix alegre a Corea del Sur.

El primer año no fue sencillo: los inviernos en Corea eran demasiado fuertes para una persona como él. Aún así, el doctor Lee le había aconsejado que era lo mejor, debía enfrentar su miedo o cada vez sería peor para el muchacho.

Así fue como su tratamiento inició por primera vez, viviendo en una enorme casa diseñada para que el frío no entrara y Felix pudiera realizar sus terapias, un patio lleno de flores para que disfrutara de lo más bello de la naturaleza, una institutriz que le diera los conocimientos necesarios para su educación. Su tío había pensado en todo y parecía funcionar.

Pero en el invierno pasado sus miedos habían regresado.

—Necesita de una motivación, algo que lo ayude a salir.

Oía cómo hablaban su médico y su tío en la sala donde era atendido.

—Si no tiene razones para salir afuera en el frío, nada podrá quitarle el miedo.

Durante los días de frío, se sentaba a leer los libros de la biblioteca que se hallaba en la casa. Sus favoritos eran las clásicos: en ellos los personajes eran felices, terminaban juntos; parecía tan fácil.

Había aprendido mucho de ellos, la lectura lo hacía viajar a otras realidades, entendiendo que él también podía ser valiente y vencer su miedo.

El frío era el peor villanos de todos, más temible que cualquier dragón cuidando de una princesa encerrada; porque eso era él, así se sentía.

Encerrado en un calabozo llamado Criofobia por un ser malvado que lo aprisionaba.

Necesitaba de un príncipe.

—Si la bella durmiente consiguió un príncipe sin moverse de su cama, ¿por qué yo no encuentro uno?

Y como si sus propias preguntas fueran contestadas, el destino le trajo al chico más lindo que Felix había visto.

Cabello oscuro, ojos grandes, una tez limpia y lisa. Poco a poco caía frente a esa mirada llena de admiración que aquel muchacho le entregaba.

Minho era, sin dudar, el príncipe que lo rescataría.

Pero entonces una ola de frío los había sorprendido; Felix conocía el cielo, y desconfiaba de él cuando las nuben tomaban esa forma.

Una vez más, había acertado, pero esa vez fue diferente, había dejado una nota para que  Minho supiera que no podían verse. Se encontró a sí mismo tratando de salir afuera de la casa, sabiendo que ahí el clima era bajo y su enemigo podría atacarlo, mas esta vez tenía una razón para salir.