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—Debemos darnos prisa.

Endeavor llevaba la delantera, dejando a Deku atrás por solo un par de metros en los que estudiaba su destino no tan lejos de ellos. Debía admitir que la velocidad de Izuku había mejorado en los últimos años y no le sorprendería que le chico le llevara la delantera de no ser por la carrera que llevaba cuando se encontró con él luego de llamarle.

—¡Si!

Le siguió Izuku estando completamente ajeno a la situación que ocurría en el centro comercial luego de dejar a sus amigos atrás. Él no escucharía lo que sus amigos vivían en ese instante, el canal de comunicación que ahora tenía pertenecía solo a Endeavor y él; teniendo su mente ocupada en la mejor estrategia que usaría para detener a Kohaku apenas lo encontrara cerca del camión de valores.

«Lo detendremos aquí y ahora, (Nombre), te lo prometo»

Fue lo que pensó al ver los vehículos que detenían al camión de valores y ocasionaban el tráfico del resto de personas que pitaban sin saber que era obra de un villano muy peligroso. Sin embargo, sintió que el aliento se escapaba abruptamente cuando a la distancia logró distinguir al villano, que no era Kohaku.

—Kohaku no está aquí —informó Endeavor a Naomasa al darse cuenta también.

Entiendo... —se escuchó al jefe de policía al otro lado—. Enviaré refuerzos cuanto antes.

Deku tragó grueso y comenzó a sudar frío, pues si el villano al que debían detener cuanto antes no estaba en el lugar donde se suponía que debía estar, significaba que solo podía encontrarse en un lugar y ese era el centro comercial, con sus amigos y (Nombre). No podía evitar recordar las palabras de Naomasa días atrás, donde esperaba que la chica lobo no tuviera la suerte de encontrarse con aquel hombre por no saber lo que sucedería si activaba su particularidad. Y un gran escalofrío recorrió todo su cuerpo al pensar en que ellos tres eran los únicos en el centro comercial sin saber si el villano tenía más secuaces que se encargaran de generar problemas.

La chica le preocupaba un poco más que todo lo demás, pues no podría imaginarse lo que estaría viviendo o sufriendo si dio cuenta de la presencia de Kohaku..., aunque cabía la posibilidad de que estuviera oculto o que llegara más tarde al camión de valores para llevarse su gran botín. Quizá estaba pensando demasiado al no ver al villano ahí, y tal vez era parte del plan de Kohaku presentarse más tarde; sin embargo, era algo que dudaba.

Y esperaba estar equivocado.

Mientras tanto, Endeavor focalizó al individuo que permanecía delante del vehículo, tan despreocupado portando gran elegancia y no tuvo que preguntar quién era cuando, estando más cerca, logró distinguir al sujeto, tratándose ni más ni menos que de un hombre dedicado a prestar sus servicios en el gobierno. Kurama Nakamura, un hombre muy habilidoso en el área de economía y reconocido. Su mandíbula se tensó al recordarlo en otro asalto del pasado ideado para robar un banco más pequeño junto a otro villano que logró detener sin poder seguirle el rastro. Y ahí lo tenía, tan sonriente como si supiera que el número de boleto que tenía era el ganador de la lotería o quizá era tan rico para no darle importancia a la suerte.

El profesional inspeccionó el área de reojo, analizando cada roncón solo para asegurarse de que alguien más estuviera cerca, pero no logró encontrar nada más, suponiendo que Kohaku estuviera en el centro comercial con el resto de sus secuaces. Pensó en dejar a Deku ahí para encargarse de Kurama, pero algo le dijo que no podría ser solo él quien estuviera ahí, algo en su interior le impedía tomar la decisión de regresar y dejar el chico solo. Por alguna extraña razón, intuía que Kohaku llegaría y que a ello se debía la despreocupación de aquel hombre.

Diario perdido  •Katsuki Bakugō•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora