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Nathan.

Lo tenían sobre una de las patrullas, las palmas de sus manos sobre la metálica estructura, las piernas separadas para un cateo que sería innecesario porque estaba seguro que no encontrarían nada.

—¡SUELTALO! —le grité a uno de los guardias que tenían cateando a Zack, tocando cada parte de su cuerpo para asegurarse que no escondiera nada.

Zack volteó al escucharme, intentó moverse tan solo un poco pero el policía que lo estaba revisando lo obligó a recargar su cabeza en la estructura metálica, recargado incómodamente, siendo sometido, golpeando cada que el policía quería tenerlo inmóvil sobre el vehículo haciendo presión sobre su nuca. Podía ver cómo se quejaba por la incómoda posición en la que lo habían obligado a estar.

Forcejee al ver esa escena frente a mí. No estaban haciendo solo su trabajo, ellos sabían que tenían en sus manos al hijo del alcalde y no estaban dejando pasar la oportunidad, no solo al someterlo, también al humillarlo como si este fuera su único momento para poder desquitarse del líder del pueblo.

—¡Hijos de puta! —forcejeé con más fuerza consiguiendo liberarme y correr hasta él imbécil que seguía abusando de tener bajo sus asquerosas manos a Zack.

Llegué hasta ambos, empujé al hombre que no esperaba que llegara a él, sorprendido se tambaleó hacia atrás sin tiempo de prevenir que alguien estaba a punto de aventarlo lejos. Antes de que pudiera llevarme a Zack un policía corrió hacia mí, me tacleo con fuerza derribándome con un fuerte golpe sobre mi cuerpo y terminar con otro golpe más grotesco y seco sobre el pavimento. Zack intentó defenderme pero el oficial que lo retenía lo apartó rodeando su cintura con sus grandes brazos consiguiendo despegar sus pies del suelo y levantarlo hasta regresarlo de nuevo a la patrulla para someterlo otra vez.

Me hicieron levantarme del suelo y con las esposas apretando mis muñecas me obligaron a quedarme a un lado de Zack que también ya se encontraba esposado.

—¡NO HICIMOS NADA! —Gritó William mientras trataba de negarse al arresto.

Riley forcejeaba con otro policía que había estado sobre Adeline poniéndola nerviosa. La rubia se atrevió a meterse entre ambos y el policía claramente molesto la sometió.

—¡HEY CABRÓN, SUELTALA! —grité cuando vi que un oficial se le iba encima a Riley como si fueran del mismo tamaño y del mismo peso.

—¡NO ME TOQUES, IDIOTA! —gritó ella forcejeando con todo el peso del hombre sobre ella.

—¡Hey, Pedazo de idiota! —grité envalentonado hacia el policía que seguía molestando a la rubia pecosa.

Esposado, continué jugando al héroe invencible. Al rebelde indomable.

—¡NATHAN! —gritó Zack al momento en el que aún esposado intenté enfrentar a los policías.

Me sentí un idiota al momento en que me sometieron de inmediato sin siquiera poder meter las manos.

Sus gritos me hicieron reaccionar de inmediato; intentaban retenerlo en el mismo lugar. Evitar que fuera hacia mi posible rescate. Al menos eso es lo que ellos creían.

El oficial lo tenía esposado, lastimando innecesariamente cuando jalaba de él sin ningún tipo de consideración o cuidado.

—¡DEJENLO! ¡NO LO TOQUEN! —forcejeé con tanta fuerza que conseguí que el hombre que me tenía sujetando de los brazos me soltara por un fuerte codazo que solté en su estómago.

—No debiste hacer eso niño —dijo el oficial enojado.

Recibí un fuerte golpe en la espalda, el calambre me recorrió toda la columna pero no fue suficiente para que un solo hombre pudiera conmigo. Tuvo que llegar otro que fue mucho más sucio y agresivo. Sus manos se fueron directo a mi cabello y cuello mientras que el otro sujeto golpeaba la parte de atrás de mi rodilla para que cayera con las piernas flexionadas en el suelo de rodillas, casi como una metáfora; pidiendo perdón frente a dos oficiales que me habían atacado por la espalda y me tenían aún sometido suciamente.

𝟟𝟘 𝕪𝕖𝕒𝕣𝕤 𝕠𝕗 𝕝𝕠𝕧𝕖 (En Pausa) Where stories live. Discover now