𝐒𝐞𝐢𝐬

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Lee Felix había decidido lanzar un baile de máscaras, pero de manera anónima, queriendo pasar desapercibido

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Lee Felix había decidido lanzar un baile de máscaras, pero de manera anónima, queriendo pasar desapercibido. No le gustaba ser el centro de atención todo el tiempo, él solo deseaba pasarla bien, con sus amigos cercanos, eso era todo. Era su cumpleaños número diecinueve y estaba contento de que nadie tenía su atención puesta sobre él.

—Soy tu representante, ¿y no pudiste decirme que esto no era un baile de disfraces? —Jisung apareció quejándose.

En toda la noche, no había parado de recibir comentarios y miradas llenas de burla, inclusive las chicas parecían no querer estar con él, cuando jamás había pasado eso.

—Pero si te ves bien, Jisung~ssi. ¿De qué te quejas? —rió el pelinegro, inspeccionando al castaño de la cabeza a los pies.

Jisung ignoró su comentario y posó su mirada en dos chicos que se encontraban bajando las escaleras del gran salón. No solamente tenían la atención de él, sino de la mayoría de los estudiantes.

—Al parecer no soy el único que vino disfrazado —comentó con alegría el castaño mirando todavía hacia las escaleras.

Felix frunció el ceño y volteó a mirar hacia donde todos tenían puesto sus ojos. Se sorprendió al ver a un rubio, vestido de manera parecida a su mejor amigo y su acompañante, quien lucía un traje rojo. El último había captado la completa atención del pelinegro.

—¿Quién es él? —preguntó Jisung señalando al que acompañaba al rubio.

—No tengo ni la más mínima idea, pero lo averiguaré —le contestó sin mirarlo.

Por otro lado, Hyunjin apretaba la mano de su mejor amigo con demasiada fuerza, estaba nervioso y las miradas puestas sobre ellos, en especialmente, a él no ayudaban a relajarlo.

—¿Por qué siento que todos me miran? —preguntó en un murmuro, evitando mirar hacia al frente.

—Porque estás demasiado hermoso, ¿por qué más, Hyunjin? —respondió Minho mirándolo de manera obvia —vamos a buscar algo de tomar, ¿te parece?.

Hyunjin asintió y ambos bajaron las escaleras rápidamente hasta llegar el puesto de las bebidas, en donde se encontraban los dos chicos. Se empezaron a servir el ponche de frutas, con evidente nerviosismo, que poco a poco empezaba a desvanecerse.

—Hola —una voz completamente ajena a los que haya escuchado captó la atención de Hyunjin —maravillosa la entrada que hiciste... digo, que hicieron.

Miró por encima del hombro del chico, refiriéndose al rubio.

Hyunjin tragó saliva antes de contestarle  —Ehm, sí, no fue muy agradable la verdad.

—Entiendo, entiendo. Lindo traje, por cierto —comentó Felix mirándolo, como lo había hecho anteriormente con Jisung.

—Gracias... tú, tú tienes una bonita camisa —Hyunjin le devolvió el halago, en un balbuceo —d-digo, bonito vestuario.

Felix asintió sonriéndole, ambos quedándose mudos luego de aquello. Jisung había aprovechado para acercarse a Minho, quien miraba el lugar con completa admiración.

—¿Te gustaría bailar? —gritó el pelinegro, habían subido el volumen de la música.

—¿Q-qué? no te escuchó —Hyunjin le gritó de vuelta.

Felix tomó su mano, arrastrándolo hasta la pista de baile. Hyunjin corrió hacia donde estaba el “DJ” y le tendió un mp3 y una hoja.

—Por favor, ¿puedes reproducir esta canción? de paso, me guardas esta hoja —le pidió juntando sus manos.

El chico de cabello negro asintió. La canción empezó a reproducirse y la voz de Taylor Swift inundó por completo el salón. “Enchanted” sonaba a través de las bocinas, una de las canciones favoritas que escuchaban su madre y él antes de partir.

Hyunjin, con toda la confianza, tomó la mano de Felix arrastrándolo, así como él lo había hecho antes, hasta el centro de la pista.

Muchos se alejaron haciendo espacio para ellos, comenzaba el espectáculo.

Ambos estaban robando la atención de todo el mundo, los dos se movían demasiado bien, era como si sus cuerpos se entendieran. La sincronización de los dos era algo realmente admirable, todos estaban boquiabiertos al ver tal escena que era imposible no lanzar aplausos cada vez que hacían movimientos difíciles.

Aquello animaba muchísimo más a la pareja de baile, sin embargo, era algo que una persona, en especial, no estaba disfrutando del todo. Yang Jeongin sabía que el chico era Lee Felix, la manera en la que bailaba, expresaba cada movimiento, sin duda confirmaba una y mil veces que era el pelinegro. Y odiaba la idea de que tuviera sus manos puestos en la cintura de el desconocido.

Changbin y Seungmin se colocaron frente a la mesa de las golosinas, dos platos llenos de Skittles, era una buena manera de arruinar aquel momento. Y así lo hicieron, ambos lo dejaron caer, mientras Hyunjin hacía un perfecto giro, provocando que cayese al suelo.

Los gritos de sorpresa cambiaron inmediatamente a una de risas, Hyunjin se sentía completamente humillado. Felix se acercó corriendo hacia él, para ayudarlo, tomó su mano para levantarlo

—Eres talentoso, demasiado —le dijo  —no te preocupes por esto, a cualquiera le pasa.

Hyunjin se sentía en completo shock, no podía formular ninguna respuesta para él. Y entró aún más cuando Felix decidió revelar su cara ante él, quitándose por completo el antifaz.

—¿F-Felix? —sorprendido tartamudeó su nombre.

El sonido del reloj hizo que desviara su mirada, las 11:45 p.m. Abrió los ojos como plato, faltaban 15 minutos para que Nayeon llegara a la casa y si él no se encontraba, iba a recibir un tremendo castigo, muchísimo peor que los anteriores.

—Debo irme, lo siento —habló sin mirarlo y corrió hacia donde estaba el chico —dame el mp3 y la hoja, por favor.

El chico asintió rápidamente y le tendió sus pertenencias. Hyunjin, sin decirle ningún gracias, se dió la vuelta para correr hacia su mejor amigo y llevárselo. Sin darse cuenta, dejó caer la hoja.

Felix rápidamente lo recogió y volvió a mirar hacia las escaleras encontrándose por un microsegundo con la mirada del chico, quien ya había desaparecido luego del contacto. El pelinegro se fijó en la hoja.

Una canción media escrita.

Una canción media escrita

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𝑪𝒊𝒏𝒅𝒆𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒚 | 𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora