1: Coincidencia.

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Yoongi corre aún más rápido bajo la lluvia, cuando está decide sorpresivamente llegar con más fuerza.

Él pálido maldice internamente por lo estúpido que había sido dejar el paraguas en la oficina justo ese día. Él frío líquido de lluvia ni siquiera podía evitarlo un poco, a pesar de tener encima el perfecto y costosos maletín del trabajo en la cabeza.

Puede sentir su saco perfectamente liso y cuidado arrugadose con cada segundo que las gotas de lluvia caen en la fina tela. Sus sentidos se ponen alerta cuando automáticamente;cuando los escalofríos sacuden su cuerpo después de la brisa fría de viento.

El pronóstico parecía cada vez más incierto. El juraba haber visto en su teléfono celular el perfecto clima soleado y fresco; no una lluvia intensa, una inexplicable tormenta inesperada.

Ver a la gente en la calle a igual que él, sin paraguas, escapando en lugares con techo, y corriendo de un lugar a otro, hace que parezca una escena más familiar de lo qué el mismo desearía haber recordado.

Los más jóvenes como adultos, buscando un refugio por alguna de las tiendas y restaurantes de la calle famosa de Seúl, era extrañamente agradable.

Venir a tomar un simple café después del arduo trabajo había sido el plan perfecto; salir en un horario más temprano, cómodo, relajado, le había caído como anillo al dedo. Pasaba todo el tiempo solo, fuese en la oficina, o en casa, sin nadie más que su presencia y la de su mascota; un precioso poodle toy.

Eran las siete de la tarde, de un sábado de descanso que en la mayoría de gente disfrutaba. Era un hermoso día, quitando el horripilante clima helado y él frío aire azotar su rostro. La gente podía estar disfrutando de un agradable fin de semana, de un cómodo momento de la mano con la fresca brisa.

Él aire agitaba el cabello de Min Yoongi, en su camino de regreso de la oficina. Hasta ahora, siempre le gustó la zona en la que actualmente vivía.

El trayecto era teóricamente corto, pero no lo suficiente para no poder huir de la lluvia. Lo peor, es que no está cerca de su apartamento, no tanto como ahora desearía. La oficina y su apartamento están a diez minutos uno del otro. No le importaba demasiado caminar, porque de hecho, era una de las cosas que más le gustaban desde que se mudó aquel edificio lujoso, elegante y exclusivo, pero no del todo cuando llueve a cántaros sobre su cabeza.

Pasar por otra cafetería rústica llama su atención, echando un vistazo a través del cristal. Siempre pensó que estar cerca del trabajo era bastante factible, por lo que su decisión de irse a vivir cerca fel trabaja y en una zona exclusiva solo fue para aumentar su ego. Sus padres presionaban constantemente sobre él. Es decir, venía de una excelente familia acomodada de abogados, fiscales y asociados en cargos públicos. Era completamente normal enfocarse en su vida laboral antes que la personal.

Es el mismo lugar extrañable de dos años atrás.

El cálido resplandor del interior parecía tentador, la gente charlaba en las mesas, las parejas se abrazaban en los reservados, como recuerda perfectamente haberlo vivido cuando recién comenzaba a buscar sobre su aquel entonces, nuevo hogar, y cuando intensivamente, lo conoció todo que lo unió a él.

Ver a un camarero dejar una taza de chocolate caliente congelado frente a un cliente, parece una especie de Deja Vu.

Yoongi siente que los recuerdos llegan a golpes sobre su cabeza, incluyendo el mismo olor de la bebidas, postres, y el característico olor a café que disfrutó por mucho tiempo del lugar. El olor de la tienda siempre lo consideró increíble, y todo el tiempo podía jurar oler los pasteles, galletas y café flotando en el aire. Todos los postres que jamás pudiese imaginar.

Just one day › YoontaeWhere stories live. Discover now