XV

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El camino a casa fue corto e incómodo. Había sido en total silencio y ninguno tenía intención de cambiar eso.

Una vez entraron, la tensión que había a su alrededor pareció reunirse y cayó encima de ellos horriblemente. Era la primera vez que se sentían así

—Iré a ducharme —dijo Sunoo con voz dulce y suave.

Sunghoon solo asintió a modo de respuesta, pero rápidamente se retractó y dijo:

—Sunoo, ¿podemos hablar?

—Claro —se vió obligado a responder, resoplando.

Fueron directo a su cama sentándose en ella, el uno frente al otro.

—Yo te amo —fue lo primero que dijo Sunghoon, que al ver la expresión de Sunoo, añadió: —Por esa razón, quiero entenderte, saber que es lo que te pasa y poder ayudarte. Tristemente no puedo leer mentes y no quiero obligarte a decir nada que tu no quieras, sin embargo me gustaría saber que fue lo que pasó en el castillo.

—Te entiendo, sabía que esto pasaría en algún momento y me fuera gustado ser yo el que iniciara esto, pero aún no me sentía totalmente listo —Sunoo desvío la mirada y soltó un pequeño suspiro antes de decir: —En el castillo ocurrieron cosas horribles, primero el rey me obligó a desposar a Karina. Al decirle que no quería, se enojó mucho y fue a por unos hombres gigantes. Cuando llegaron —desde ese momento su voz empezó a fallar y su mirada se veía pérdida —ellos... Mi.... El rey les dió la orden d-de... Hacerme daño, ellos no lo pensaron ni un segundo y empezaron a desvestirme —sus ojos se llenaron de lágrimas, como cada vez que recordaba algo de lo que había ocurrido.

Sunghoon no sabía que hacer, por lo que solo lo abrazó y le dio palabras de aliento. Sunoo lloró un rato antes de seguir con su historia, le dolía demasiado y sentir el toque del mayor sobre su cuerpo no ayudaba. Respetuosamente se apartó del otro y se preparó para seguir contando.

—Me golpearon, hicieron que todo mi cuerpo doliera, me hicieron daño —dijo con dolor en sus ojos y temblando levemente, pero con desicion en su voz —Dejaron muchas marcas, cada vez que las veo recuerdo lo eterno que se sintió ese momento. El rey los detuvo solo cuando la sangre apareció, ellos simplemente se marcharon y yo fuí obligado a asistir a la ceremonia como si nada, no pude resistirlo y te lo conté —se quedó en silencio un momento, luego sonrió —Es lo único de lo que no me arrepiento de ese día, si yo no te hubiese contado, tu y yo no estaríamos aquí y no fueran pasado las que considero las mejores semanas de mi vida.

El peliblanco aún seguía sorprendido, aunque podía deducir que algo así había pasado, le impresionó lo decidido que fue el menor al decirle la historia completa.

Le acarició una mejilla y le dijo:

—Eres el príncipe más valiente que he conocido —besó su frente y Sunoo sonrió —No importa cuanto tiempo nos tome, superaremos esto juntos —dejó otro beso, pero esta vez en sus labios —Te protegere con mi vida para que jamás vuelva a pasarte nada así.

—Lo sé —dijo Sunoo, devolviendo el beso —Yo tampoco dejaré que nada malo te ocurra a tí.

Se mantuvieron abrazados en la cama mientras el frío los envolvía de una manera deliciosa para ambos. Sunoo posó su cabeza en el hombro de Sunghoon y éste lo rodeo con su brazo. Se miraron y como siempre sintieron que el mundo entero estaba en los ojos del otro, pero esta vez no tuvieron tanta paciencia como en las anteriores, por lo que rápidamente buscaron los labios del otro.

Los unieron en un desesperado beso lleno de muchas emociones que no pudieron expresar con sus palabras.

El fuerte agarre del mayor en la cintura del otro le obligaba a no romper el beso, aunque se estuviera quedando sin aire.

Sunghoon se separó de Sunoo por unos segundos que solo le alcanzaron al menor para gemir. Aprovechando eso, Park metió su lengua en la cavidad contraria, el otro solo lo dejó y se dispuso a disfrutar el beso.

Conocieron el cuerpo ajeno tocando todas partes sobre la ropa, hasta que esta empezó a molestar. Sunoo fue el primero que metió sus manos en la fina camisa del mayor, sintiendo sus trabajados abdominales y quedándose en su firme pecho.

Sunghoon fue más leve y solo tocó pocos centímetros de la piel del otro. Subió un poco su camiseta y sintió cuan caliente estaba la piel de la cintura del menor, bajó un poco sintiendo la curva de sus glúteos.

Habían roto el beso hace rato, dándole paso a un ambiente más bochornoso, donde Sunghoon ya se encontraba sin camisa y solo se escuchaban sus gemidos y sus erráticas respiraciones.

Antes de tocar más allá de lo debido, Sunghoon miró a Sunoo, éste le devolvió la mirada aún gimiendo y bastante sonrojado.

—¿Estas seguro? —preguntó Sunghoon entre jadeos.

—Muy.

Después de esa corta respuesta, Sunoo se lanzó con hambre a los labios del peliblanco, iniciando así un beso salvaje, en el que sus ropas se fueron desapareciendo prenda por prenda hasta que no quedó nada que ocultara la desnudez del otro.

Extasiados, exitados, enamorados. Eran palabras que solo describían una pequeña parte de todos los sentimientos que ellos tenían en ese momento.

Se permitieron acariciarse mutuamente, sintiendo el amor del otro en su toque, en los besos o abrazos que de vez en cuando se daban y volviéndose uno sin restricciones de ningún tipo.

Esa noche sería inolvidable para ambos, se sentían más cercanos que nunca, como si fueran derribado todas las barreras que antes no les permitían amarse como es debido.

Olvidando todo lo relacionado con la última noche que pasó en el castillo, el azabache se dejó querer por Sunghoon sin pensar en las consecuencias ni mucho menos.

Solo la luna, pájaros nocturnos, algunos murciélagos y las sabanas blancas fueron los testigos de todo el amor que esos dos jóvenes dejaron florecer esa noche.
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Me disculpo por lo cringy que puedo haber sido leer eso, prometo mejorar en este ámbito 😭😭

-strawbericakesito

𝘳𝘶𝘯𝘢𝘸𝘢𝘺 𝘸𝘪𝘵𝘩 𝘮𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora