¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El primer día de ensayos de Little women, estaba tan nerviosa que fue un milagro que no vomitara en el camino. Un par de cigarrillos me ayudaron a sentirme un poco menos mareada.
Hyung-gu me dio la bienvenida, apuesto como siempre, y me mostró los alrededores, colmándome de elogios. El decorado era precioso: una cabaña de Nueva Inglaterra completa con ventanas y nieve, sacada directamente de la ilustración de mi copia de la novela de Alcott: era como entrar en el libro. Apenas me abstuve de decir eso en voz alta.
Llegué primero, o eso me dijo Hyung-gu, ofreciéndome otro cigarrillo mientras observábamos a los trabajadores dando los toques finales al estudio de sonido. Jinyoung era conocido por llegar tarde al set, compartió, y las chicas deberían haber estado aquí en cualquier momento.
Le dije que no me importaba esperar, que podía entrar mejor en el ambiente con menos gente alrededor. En parte era cierto: no era mentira, pero estaba alucinando esa mañana... después de todo, era mi pez gordo, y no podía estropearlo. Simplemente no podía. Sabía que tenía que ofrecer una actuación impecable para que las puertas de Hollywood se me abrieran y ser consciente de eso hizo que mi estómago se revolviera y me doliera como si alguien me hubiera dado un puñetazo en el estómago.
Aunque parentemente, mis palabras parecieron impresionarlo porque me dirigió una sonrisa y me dijo que estaba genuinamente impresionado por mi ética de trabajo.
ー¿Y tienes qué? ¿Diecinueve, Soojin? ¡Jesús, no tienes ni veinte años y eres una profesional!
Descarté sus elogios, diciendo que si había alguien a quien agradecer era a mi manager, pero insistió en que yo era la dueña. Dijo que me los merecía, con todo el respeto por el cazatalentos: conocía gente en el negocio desde hace décadas, gente que ganó todo tipo de elogios que se te ocurran, que deberían haber aprendido un par de cosas de mí. Luego, colocó su mano sobre mi hombro y me dio un apretón tranquilizador.
ーTu Beth será espectacular, Soojin. Simplemente lo sé —me guiñó un ojo antes de desviar su atención. ー¡Ah, ahí vienen las chicas!
Saludó al grupo que se acercaba, moviéndose hacia ellas. Primero vi a Kim Minnie charlando con la actriz que interpretaba a nuestra madre en la película. Saludaron a Hyung-gu con un rápido abrazo y besos en las mejillas, entonces sospeché que Minnie estaba enamorada del Sr. Kang, pero nunca lo supe con seguridad. Cuando me señaló, haciendo un gesto para unirme a ellas, puse mi mejor sonrisa y me moví hacia donde estaban. Me estrecharon la mano educadamente, pero no se quedaron a conversar como esperaba, y se dirigieron directamente a los servicios de artesanía para tomar una taza de café también.
Golpeé mis dedos contra la taza en mi mano antes de hundirla. Me sentí un poco fuera de lugar de pie con torpeza al lado del siempre tranquilo Kang Hyung-gu porque, a diferencia de él, no estaba segura de qué hacer. Me sentí torpe cuando quería parecer tan segura como siempre. Suspiré e hice lo mejor que pude para silenciar las voces en mi cabeza que susurraban que yo era un fraude y que no pertenecía allí.
