✨INFINITO ✨ [FUGAMINA/ITADEI/SASUNARU]

Capítulo 3: "Terror nocturno"

Autor del capítulo: FiorelaNatasha.

Narración en tercera persona

—Oye, ¿y quiénes se casarán...?

—Eh... No lo recuerdo bien. Creo que por aquí tengo una invitación que lo dice. Oh, sí. Aquí está. Fugaku Uchiha y Mikoto Uchiha—al escuchar eso, Minato sintió que su cuerpo se enfriaba desde los pies hasta los dedos de las manos y su corazón se aceleró.

—No...—se angustió tanto que creyó que iba a morir— ¡NO...! —gritó con todas sus fuerzas y, enseguida, recibió un almohadazo en toda la cara.

Miró a su alrededor completamente desconcertado. Su respiración era agitada y su corazón estaba desbocado, estaba bañado en sudor y todo estaba a oscuras en la habitación.

—¿Qué te pasa, Minato? ¿Me vas a dejar dormir? Es la quinta noche que te despiertas gritando—le reclamó la pelirroja que estaba incorporada en la cama de al lado.

—Lo siento mucho, Kushina...—se disculpó al darse cuenta de que, de nuevo, tenía pesadillas con su ex.

Su depresión y ansiedad habían crecido tanto que le provocaban terror nocturno. Siempre tenía pesadillas, diferentes, pero siempre con Fugaku.

—Yo te disculpo, pero entiende que necesito dormir. No puedo seguir así. Irás a dormir afuera si me vuelves a despertar—se volvió a tumbar.

—Perdóname...—se levantó de la cama que ella le había conseguido para que pudiese quedarse en su casa.

Se fue a la cocina para buscar agua y lavarse la cara. Aquellas noches terribles debían terminar, porque ya habían pasado dos meses desde que había terminado con su novio.

Era que, parte de las cosas que le había dicho a Fugaku habían sido mentiras. Sí había conseguido un empleo y sí había conseguido dónde quedarse, pero no había sido un pequeño estudio independiente, si no que había obtenido el permiso de su mejor amiga de quedarse con ella mientras él buscaba algo.

Kushina Uzumaki. La joven de su misma edad que era su mejor amiga desde la escuela primaria. El sueño de la madre de Minato era que ellos terminasen juntos, pero eso jamás podría suceder, porque el rubio tenía una orientación sexual muy marcada de la cual su madre se había dado cuenta hacía mucho tiempo, pero nunca lo había querido aceptar. Sin embargo, no le quedaba más remedio que apoyarlo, porque era su hijo y no deseaba perder comunicación con él. Ella jamás lo habría expulsado de la casa.

Por otra parte, Kushina no estaba ni remotamente interesada en Minato, porque, al igual que él, su orientación sexual también era diferente a la "normal". Estaba enamorada de una joven que, según ella, jamás le haría caso, pero tenía un gran deseo y quería compartirlo con su amigo.

Aquella noche, mientras miraba por la ventana de la cocina desvelado, recordaba sus pesadillas. Las horas pasaban lento hasta que el amanecer llegaba. Debía siempre darse una ducha y se quedaba mirando las estrellas o las nubes que cubrían la luna cuando iba a llover. Como fueran las noches no importaba, porque siempre la nostalgia se clavaba en su pecho. Tal vez fuera hermoso si Fugaku miraba las estrellas junto a él o las nubes cubriendo la luna...

El amanecer se hizo presente mientras revisaba su celular. Hacía un tiempo había tenido la osadía de llamarlo, a pesar de que se había prometido no mirar atrás, pero le era difícil. El deseo incontrolable de mirar aquello que había dejado en el pasado y se reusaba a que fuese sólo eso... Pasado. Se suponía que Fugaku no sólo formaría parte de su pasado, si no de su presente y su futuro también.

Buscó su número nuevamente y estuvo a punto de marcarle, cuando Kushina entró a la cocina.

—¿Qué haces? —lo interrumpió parándose detrás de él y miró la pantalla del teléfono—Oh, no. Ni se te ocurra. Ese bastardo no tendrá una llamada tuya—le advirtió y él apagó la pantalla para dejar el teléfono sobre la mesa.