En el que Harry intenta todo este asunto humano...

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CAPÍTULO 2:

En el que Harry intenta todo este asunto humano... y hace un pobre trabajo en ello

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Harry lanzó la mayor rabieta del jodido mundo cuando Louis le dijo que tenía trabajo al día siguiente.

—¡No! Louis se queda —gruñó Harry, haciendo un alboroto y comenzando a agitar su cola de un lado a otro violentamente. Se le escapó un gruñido bajo, la cola hinchada hasta el doble de su tamaño normal mientras gruñía suave y entrecerraba los ojos a su dueño. Aparentemente, él estaba en plena rabieta cuando Louis se puso los zapatos.

—No puedo, bebé. Yo traigo el dinero, así que tengo que irme para que podamos quedarnos en nuestro apartamento con comida, artículos de primera necesidad, cosas divertidas. Así es la vida —la boca de Louis amenazó con contraer una sonrisa cuando Harry gimió bruscamente y se tiró al suelo, sobre su estómago. Gruñó y aplanó las orejas, mirando las piernas de Louis... y Louis dio un paso atrás—. Arrancar los zapatos de Louis no hará que Louis se quede —recitó con una mirada conmovedora al enfurruñado chico gato. Harry murmuró algo poco convincente acerca de cómo él solo quería mirar. Louis rodó los ojos.

—No vayas. Quédate —Harry trató de insistir con esperanza, extendiéndose sobre la alfombra y girando para mostrar su vientre—. ¡Juega con Harry en su lugar! —puso su mejor cara picante, haciendo ruidos suaves y divertidos en su pecho mientras sacaba todas sus cartas. Louis firmemente agarró el pomo de la puerta.

—Tengo que ir. Te dejé todo el mes pasado y no sucedió nada, ¿te lo tengo que recordar? —Louis preguntó deliberadamente, y Harry gimió, retorciéndose antes de agachar la cabeza tímidamente.

—Harry fue tras Louis, por la ventana —dijo el gatito—. Siempre extraña a Louis —Harry restregó su mejilla contra la alfombra, malhumorado, su rabieta terminada.

—Lo siento —Louis respondió, más suavemente—. Sabes que sí. Pero no creo que estés listo para intentar venir a trabajar conmigo todavía. No puedes quedarte afuera sin ropa y sin tratar de atacar al gato del vecino a los cinco minutos —Harry gruñó, un fuerte y ahuyentado siseo escapó de él cuando repentinamente se levantó y se escabulló para enfrentar a Louis. De vez en cuando, Louis veía verdaderos destellos del gato que era Harry; ahora era uno de ellos.

Ver su cuerpo elegante moverse sinuosamente, con gracia, casi como líquido, fue casi sorprendente en su sensualidad e intimidad. Louis encontró su respiración atrapada en sus pulmones cuando Harry le clavó una mirada oscura.

—Bien. Pero luego Harry marca —Harry gruñó—. Marca mucho —la mano de Louis fue agarrada, y jadeó cuando se vio empujado al sofá. Luciendo como un niño petulante y berrinchudo porque no obtuvo el juguete que quería, Harry se acomodó firmemente en su regazo y frotó su mejilla. A esto, Louis se estaba acostumbrando. Harry frotaba constantemente la cara contra cosas de la casa.

Harry ronroneó suavemente, un ruido suave pero constante comenzando mientras el híbrido lamía su nariz, una vez, y luego envolvió su cuerpo sobre el de Louis y dejó que su calor y aroma lo empaparan. Louis estaba rígido debajo de él, todavía no estaba acostumbrado a tener un hombre gato desnudo y espléndido tirado sobre él, retorciéndose. Harry movió una oreja a sabiendas y olfateó con delicadeza las axilas de Louis, jadeando satisfecho por lo que el cuerpo de Louis había revelado sin saberlo. Él tragó saliva.

—¿Ya vas a acabar? Voy a llegar aún más tarde de lo habitual —Louis se rio suave, con la voz ligeramente tensa y rasposa.

—Casi —dijo Harry con orgullo, muy satisfecho de sí mismo. Y luego se orinó en el muslo de Louis.

What's new, pussycat? » stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora