| ʀᴇᴛᴏ ɪɴꜱᴛᴀ-ʟᴏᴠᴇ 2022 |
Un cliché es una idea, frase o expresión que ha sido usada en exceso, por lo que pierde novedad y originalidad.
Aquí exploraremos distintos clichés pero sumándole el trágico y angustioso emparejamiento de Gabriel y Nathalie...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nathalie era una mujer que se había enfrentado a distintos retos en toda su vida, consideraba que este era el peor de todos ellos.
Hace tan solo unas semanas atrás Gabriel había renunciado totalmente a la búsqueda de los miraculous, renunciar a ello y al deseo de Emilie había sido sumamente difícil; ha sido un proceso día con día para superarlo, tenía a su siempre confiable asistente para ayudarle.
Y ahora su pareja.
Debido a la manera en que han manejado su relación, solo el hijo, Adrien está enterado de esto; Nathalie prefiere mantenerlo asi mientras aprenden a sobrellevar la perdida de Emilie y como funcionara su nueva relación.
La gala de miembros del club al que Gabriel pertenecía era sumamente importante, absolutamente todos debían asistir y pese a lo rancio que el hombre se había vuelto para abandonar su casa estaba satisfecho de ir acompañado.
Ambos no venían anunciando su relación, pero al entrar la mujer lo detectó al instante; las miradas que muchos le daban. Es como si decir nada ya lo sabrían, saben que hay algo entre ellos.
Veía como se acercaba a al oído del otro para murmurar cosas mientras sus ojos críticos no los dejaban.
Desde ese instante se apartó de Gabriel como lo hacía antes, detrás de él y con una distancia prudente, fingiendo que asistía como su asistente.
-¿Consideras que es una hora prudente para irnos? –Él susurra en su oído, debe dar un paso atrás para estar a una distancia prudente.
-Tenemos escasos minutos aquí, no has saludado al resto de miembros y faltan horas del evento. –Suspira exasperado. Él enserio odia esta clase de eventos.
-Cuanta formalidad, pensaba que mi asistente se había quedado en casa. –Intenta bromear. Es tan malo en ello.
Pero ella lo encuentra agradable y lindo, sin embargo no se permite mostrarlo, no le sonríe o sigue la corriente como lo haría en casa, mantiene esa fachada de seriedad y profesionalismo.
-Deberías saludar un poco a los invitados. –Le recuerda.
Él observa alrededor, todos le desagradan, algunos más que otros; se pregunta por donde sería más fácil comenzar. Una vez que encuentra su objetivo se gira dispuesto a tomar la mano de su acompañarte, discretamente lo evita, fingiendo que acomoda su cabello, este está perfectamente sujeto.
-No los conozco, ve tú. –Separarse un poco ayudara a que dejen de hablar.
-De acuerdo. –Él no la obligara acompañarlo, pese a que le agradaría tenerla a su lado.
Camina decido como es propio de él, se asegura de tener la corbata en posición perfecta, asistir de negro le parece lo más propio, muchos están igual y podrá ir sin que se den cuenta.
El vestido de Nathalie es amolado a cuerpo y con una abertura en la pierna; color azul, muy parecido a cuando salía ser Madura, el diseñador lo hizo especialmente para ella.
