Lo Apasionado en lo cliché ||Gabenath||

Beso Bajo La Lluvia.

Había pasado unos momentos desde que reviso a Adrien, no debía molestarlo mientras practicaba chino pero debido a la incesante lluvia que había arribado, sintió la necesidad de asegurarse que todo estuviera bien.

Después de inspeccionar al niño se dirigía con el adulto; abre ligeramente la puerta de la oficina, pero se ve obligada a entrar debido a la oscuridad que hay adentro.

Sus ojos examinan todo el lugar en busca del hombre que se supone tendría que estar ahí; no le ha llegado una sola alerta de akuma por lo que no está ocupado en sus otros asuntos.

Nathalie se responde diciendo que debe estar abajo con ella, suele quedarse ahí frente a la cúpula por horas, en silencio, pensando, encerrándose en su dolor. Aproximándose a su escritorio deja la tableta sobre su escritorio, piensa que lo mejor es dejarlo solo.

Al depositar fríamente la tableta sobre la mesa, su vista se dirige al patio trasero, es borrosa la vista por las gotas que dificultan la visión pero es indistinguible el rojo ahí; arriba a la ventana más cerca, la palma de su mano limpia para obtener más visión y entonces lo ve.

Gabriel está de pie frente a la estatua de Emilie, sería una escena repetitiva sino fuera porque está lloviendo a cántaros. Ni siquiera lleva una chaqueta aparte o un paraguas. Luce empapado.

Dejando los muchos cuestionamientos que tiene en su mente, va con rapidez a la puerta trasera; sujetando un paraguas empuja la puerta, lo abre y abandona la casa.

Dentro el ruido es nulo pero afuera el golpeo de las gotas, los rayos y el agua juntándose en el suelo es sonoro; tan pronto como sus tacones le permiten llega a su lado, elevando su mano para que el paraguas lo cubra, esto por la diferencia de altura.

-¿Qué estás haciendo aquí fuera? –Le exige–, está lloviendo.

-Pensando. –La respuesta corta le confunde pero preguntará después.

-Puedes hacerlo adentro, estas empapado, debes cambiarte. –Él no mueve un musculo.

No miente cuando dice que esta mojado, su ropa chorrea, el peinado característico se ha bajado, duda que pueda ver con los lentes ya que están cubiertos por completo.

-Señor, ¿Me está escuchando? –Se pregunta si debe hablar más fuerte debido al ruido que los rodea.

-Te escucho Nathalie. –Únicamente le confirma, no más explicaciones.

-¿Por qué no se mueve? –Sujeta su brazo pero lo suelta al instante, por lo frio y mojado.

-Estaba pensando. –Rueda los ojos. 

-¿Qué es tan importante para que pesques una pulmonía? –Finalmente este le da la cara.

-Me rindo. –No debe indagar a que se refiere, sabe perfectamente que solo hay una cosa.

-¿Cómo que te rindes? ¿Por qué? –Esta estupefacta. La última vez que aparentemente se rindió fue por el peligro en el que metió a Adrien, no ha pasado nada asi recientemente.

-No puedo seguir –Exclama fatigado–, me rindo.

-Es que… no lo entiendo –Trata de encontrar las palabras–, ¿Qué ha pasado?

-Ya no tengo devoción para continuar… asi que, me rindo –Da un pequeño vistazo hacia la estatua–, me preguntaba si ella me perdonaría.

-Ella… ella… –La mujer no logra encontrar las palabras. Es tan sorpresiva lo que le ha dicho–, ¿Ya no la amas? –Le perturba pensarlo, vio cuanto amor había entre ambos, ¿Se le termino al hombre frente a él?

-Nunca dejaré de quererla, fue mi esposa, madre de mi hijo y la mujer que quise –Su mano se ha entumecido por sostener el paraguas–, pero quiero alguien más y no es justo para ninguna.

La relevación le impacta de sobre manera, ¿Cómo que quiere alguien más? ¿Cómo carajos Gabriel conoció al otra persona? Desde que esto ocurrió, él no ha salido, no pasa tiempo con nadie, ni siquiera con Adrien, únicamente con ella…

-No –Susurra–, no Gabriel.

-Nathalie… quisiera –Quiere retroceder pero si lo hace, lo dejara en la lluvia otra vez–, mis sentimientos por ti…

-No, tú no tienes sentimientos por mí. –Sentencia.

-¿Crees que no sé lo que siento? –Eleva la voz–, te amo Nathalie.

-P-Pero, tú no eres asi… vi como eras con Emilie y no eres asi conmigo –Respira agitada–, ni siquiera me miras como la miras a ella.

-¿Por qué te miraría como a ella? Si tú no eres ella –Anuncia furioso–, no somos las mismas personas, ninguno, mis sentimientos han cambiado y no quiero seguir peleando si a quien amo es a ti.

-Gabriel… –No tiene idea de que decir, él está ahí, empapado y confesando su amor.

-Lamento haberme tardado tanto en darme cuenta –Suspira–, quiero… si me permitieras ganarme tu amor.

Decirle lo tonto que es en ese preciso momento no es lo que desea hacer, el paraguas se cae de su mano, él trata de sujetarlo pero ella se lanza a sujetar su rostro, frio, húmedo y suave.

La lluvia rápidamente los empapa; el hombre está sorprendido y confundido a la vez, es la mujer quien actúa jalando su rostro al suyo y este no opone resistencia. El roce de sus labios es lento e inseguro, lo que tanto han ansiado esta frente a sus bocas pero la incertidumbre de lo siguiente los frena un poco.

El diseñador evade ese miedo, juntando finalmente sus labios, es gélido y aguado pero es lo que menos les importa, el ritmo es lento en un inicio, él trata de ser lo más amable con ella, Nathalie sigue insegura de si esto es lo que deberían hacer pero no se detiene.

Los brazos de Gabriel la rodean tratando de darle un poco de calor pero sus cuerpos han sucumbido antes la lluvia, y lo adoran.

Rápidamente el frio de sus labios es extinguido por el calor de sus bocas chocando una contra la otra, desesperas por llevarlo a más. No es hasta que el anhelo de aire los obliga a separarse.

-¿Es un sí? –Pregunta tímidamente.

-¿En verdad estas renunciando a Emilie? ¿No es como aquella vez? –Se siente ofendido pero se dice que es perfectamente entendible su desconfianza.

-Te lo juro –Admite–, te entregaré el miraculous, lo que sea para demostrarte que no miento.

Y aunque podría dudar, podría esperar a que él lo demuestre, sus simples palabras le son suficientes.

-Entremos, estás helado. –Pide.

-¿Aceptas? –Él insiste.

-Acepto. –Le sonríe.

Trata de tirar nuevamente para hacer que finalmente entre pero él es más rápido para tomar sus labios; piensa que puede disfrutar de esto un poco más.

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En un mundo perfecto donde Gabriel renuncio a tiempo.

Después de tanto drama en el canon es lindo escribir esto.

¡Gracias!