Capítulo 23: La situación de los Atleticojos.

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Ruel se sintió estúpido al estar caminando por más de una hora, ¡él no sabía dónde ir! ¡No había leído nisiquiera bien ese maldito folleto! Su ira lo cegó al ver que ese mocoso haría eso, ¿como podía, después de todo su esfuerzo en esos torneos separar a su equipo? ¡Eran los Atleticojos de Bonta!, no, ¡eran sus Atleticojos de Bonta! Ese equipo lo creo él, Ruel no se quedaría con las manos atadas.

Sin esperarlo, Ruel escucho una risa, o mejor dicho una carcajada enorme, se le hacía muy, muy conocida. Curioso fue a ver y se encontró con Kriss el Guarro en una taberna, ¡y con su equipo!

¡¿Como pueden tomarse eso de risas?! ¡Kriss destruiría a los Atleticojos!

—¡TOLOT, KALBEN, POSHO! ¡¿SE PUEDE SABER QUE HACEN?!—grito Ruel super enojado.

—Oh, Stroud, tiempo sin vernos.—dijo Kalben, el enano con una sonrisa.

—¿Que cuentas viejo Stroud?—pregunto Posho con una sonrisa enorme mientras movía su cola de zurcarak.

—¡El viejo Stroud! ¡Que cuentas, viejo decrépito!—grito Kriss, el sacrogrito, quién hizo molestar más al anutrof.

—¡ESTE "VIEJO DECRÉPITO" TE DARÁ UNA PALIZA, MALDITO MOCOSO!—grito Ruel bien rojo de la ira.

—Vamos, tranquilízate, Stroud.—Ruel nunca espero que esas palabras saldrían de Tolot, quién tenía más devoción por su equipo que ningún otro.—Ven a tomarte un trago con nosotros.—pronuncio Tolot, Ruel suspiro.

—¡RUEL!—gritaron todos sus seguidores y por seguidores, nos referimos a la Hermandad del Tofu.

—¡KRISS, QUE GUSTO VOLVER A VERTE!—grito Yugo con una enorme sonrisa, Kriss confundido alzó una ceja y se acercó al rostro "nuevo".

—Espera, ese gorro bien raro... ¡PERO SI ES YUGO EL CANIJO!—grito Kriss mientras lo rodeaba con el brazo.—Bueno, aunque ya de canijo no tienes nada.—agrego entre risas Kriss.

—Me alegra verte, Kriss.—pronuncio Yugo chocando sus puños con el sacrogrito.

—Si, si, muy lindo reencuentro. Pero Kriss tiene unas preguntas que responderme.—dijo Ruel controlando la ira.

—Ya, mi Ruelito, tranquilízate un poco.—dijo Arpagona con una sonrisa.

—¿"Mi Ruelito"? ¡NO PUEDE SER! ¡¿ES TU ESPOSA?!—grito sorprendido Posho, también los demás lo estaban, pero estaban sin palabras.

—Bueno, ¿de que quieres hablar, Stroud?—pregunto Kriss, quién le había negado un trago al cantinero. Ruel levantó una ceja confundido, no había ni una sola copa en la mesa del sacrogrito y Kriss es de los típicos mocosos que les encanta eso, ¿o no?

—¿Por qué cuando llegó a Bonta lo primero que veo es esto?—solto Ruel arrebatándole a Pinpan el folleto para colocarlo en la mesa.

Kriss suspiro.

—Bueno, ¿quieres la historia resumida?—pregunto el chico de cresta blanca.

—De ser posible si, pero quiero todos los detalles.—solto el anutrof.

—Mira, Ruel, ya somos unos viejos, gracias a Kriss y a su esposa, Maude hemos podido seguir. Pero-

—Mira, viejete, te lo contaré todo fácil y ya.—interrumpio Kriss a Kalben.—Ya no puedo estar en el partido, tengo cosas más importantes ahora.—agrego Kriss, haciendo que todos alzarán una ceja.

¿No que el jalabol era lo más importante?

—¡¿QUE COSA SERIA MAS IMPORTANTE QUE EL JALABOL?!—grito Ruel.

—¡MI FAMILIA!—respondio Kriss, sorprendiendo a todos, menos a los Atleticojos.

—¿Familia...?—soltaron todos completamente impactados.

—Maude pronto dará a luz, está embarazada. Ahora mismo no puedo preocuparme por el jalabol como antes, me han ofrecido mejores puestos con más pagas, por eso no puedo quedarme.—explico Kriss, impactando más a todos.

—Por eso hemos decidido cerrar el equipo, estamos muy viejos para seguir. Y nuestras estrellas deben preocuparse ahora por su bebé.—dijo Tolot, sorprendido a Ruel, hace unos años esta persona nunca pensaría en cerrar el equipo. Incluso daría su alma al Dios Anutrof para que eso nunca pasará.

—Por eso no has tomado ni una sola copa, ¿cierto?—solto Ruel, sorprendiendo a Kriss.

—Si, quiero darle una buena vida. Por eso dejaré esto. Oye, Stroud, en verdad lo siento tío, se cuánto amas a tu equipo, pero Maude es más importante que cualquier jalabola, debería verla, está súper feliz por el bebé.—dijo Kriss con una sonrisa de oreja a oreja.

Ruel suspiro.

—Ja, los tiempos cambias, mocoso. Bueno, me siento bien al saber que tienes una razón para hacerlo.—dijo Ruel, con una sonrisa.

—¡OYE, PERO QUITA ESA CARA, STROUD! ¡NO NOS IREMOS DE ESTA MANERA!—grito Posho con una sonrisa.

—¡Es verdad, viejo decrépito! ¡Vamos a irnos con estilo, hoy habrá partido! ¿No lo viste en el folleto?—pregunto Kriss confundido, Ruel alzó una ceja, Kalben giro el panfleto, ahí salía el horario y que hoy habría un partido.

Sin duda no lo leyeron completamente.

—¡Los Atleticojos nos iremos, pero entraremos en la leyenda!—grito Tolot con una enorme sonrisa.

—Oigan, ¿por qué no participamos también?—solto Amalia, haciendo que todas las miradas fueran a ella.—Ya saben, como antes, sería el último partido que tendremos, juntos como el equipo de los Atleticojos de Bonta.—agrego ella, haciendo que los ojos de Ruel brillarán cual kama.

—¡SI, ESO HAREMOS!—grito Ruel completamente feliz, Arpagona sonrió contenta mientras lo veía murmurar muchas cosas mientras sacaba de su mochila apestosa los objetos.

Guantes, escudos y las botas propulsoras.

Yugo al ver ese equipo sonrió junto a Kriss, sin duda buenos tiempos aquellos, fue el partido las emocionante. Y volverían a participar en él.

—Creo que me abstendre de jugar, debo cuidar a Pin y a los niños.—pronuncio Eva.

—¡¿Pero que dices mamá?! ¡Flopin y yo también vamos a jugar!—grito Elely siendo apoyada por su hermano y padre.

—Aún así tengo que cuidar de su hermano.—dijo la ocra con una mirada sería.—Pero diviértanse ustedes.—agrego ella con una sonrisa.

—No os preocupéis, yo la tía Amalia cuidaré a Pin con Eva.—pronuncio la sadida con una sonrisa enorme.

—¿No jugarás? Se te da bien el jalabol.—dijo Eva alzando una ceja.

—Estare apoyándote está vez.—pronuncio Amalia con una sonrisa en su rostro.

Yugo también sonrió contento, denuevo jugaría con Kriss, ¡como en los viejos tiempos!

Se acercó a la sadida con una sonrisa para frotar tiernamente su nariz con la de ella.

—Buena suerte.—pronuncio Amalia con una sonrisa, haciendo más feliz al selatrop.

Kriss con una mirada fija miró al bebé que Eva sujetaba en brazos, ¿así de pequeño sería el suyo?

Pin al sentir la mirada del sacrogrito solo se rió, sorprendiendo a Kriss, a decir verdad...

Kriss se encontraba asustado, más que nunca en su vida. ¿Como sería cuidar de un niño?

Sin esperarlo, ya se encontraba devuelta en su casa, donde vio a su querida esposa recibirlo con una sonrisa.

—¿Como te fue?—pregunto ella, acariciándose la panza por costumbre.

Kriss sonrió.

—Mañana iremos al partido, te espera una gran sorpresa ahí, querida.—dijo Kriss, confundiendo a la mujer.

La semilla de un Dios. [Wakfu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora