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El sultán se encontraba en du sala del trono jugando con sus manos, creando una leve ilusión, a lado de él donde un montón de papeles y pinceles se encontraban, la ilusión de una mujer de cabellera negra como la noche, piel morena como el chocolate y ojos plateados como la luna... Una ilusión que el mismo creo de su sultana.
La ilusión tarareaba con dulzura mientras parecía pintar, como cuando antes de todo, la ilusión reía - Kalim~ no te muevas ~ prometiste ser mi modelo hoy, tienes que quedarte quieto - dijo la ilusión, aunque no se hubiera movido ni un solo momento, pero el siempre se movía para querer ver el proceso de la obra de arte de su sultana, así que el recuerdo siempre decía eso, con tristeza el sultan sonreía a la ilusión.
¿Cuánto más tiene que esperar? ¿Acaso no es ahora todo poderoso? Entonces ¿Porque esta tardando tanto? Solo podía preguntarse el sultán mientras seguía recargado en su trono, mirando esa ilusión, que bella era su sultana, no solo de apariencia, pero también de corazón, adoraba a los animales y siempre era tan buena con todos... Además era gran habilidosa en las manualidades como en las artes, ojalá hubiera estado más tiempo con ella y no dejado que el trabajo de sultán le cortará su tiempo, aunque la verdad Kalim usaba todo su tiempo libre en su sultana.
Pero para él, ella era su mundo, lo demás estaba de más, cerrando los ojos dejo que la ilusión siguiera repitiéndo una y otra vez, después de todo ya hacé dos siglos es el cumpleaños de ella, Ojala los dioses sean amables y le den una buena noticia.
Cuando de repente, Jamil entró en la sala y el aire hizo volar los papeles causando que la ilusión se dispersará, con solo un Chasquido de dedos Kalim recogió las hojas volviendo de nuevo a ser el sketchbook de su sultana que acarició con ternura, pero la mirada severa de Kalim poso sobre la serpiente.
- Jamil, esperó que haya una buena razón para entrar asi sin tocar - dijo Kalim sonriendo, pero era una sonrisa de molestia.
- mi sultán, perdona las molestias pero hay un ladrón que entra y sale del palacio sin que nadie lo vea - dijo Jamil haciendo reverencia agachando la cabeza, podía sentir como el aire se volvió pesado y al alzar los ojos vio como la piel del sultan se volvía roja.
- que tantos tesoros se robó? - dijo serio, mirando a Jamil.
- ninguno mi sultán, lo que se roba es otra cosa - dijo jamil.
- así? Que se roba? Arena? Rocas?- dijo algo irritado pero calmando.
- hierbas mi sultan - dijo Jamil.
-... Que? - dijo kalim casi como un susurro.
- Hierbas mi señor, a lo cual es muy extraño ya que el jardín esta seco desde hace decadas, creo que ya siglos, ¿Alguna idea de donde puede sacar esas plantas? - dijo Jamil ya mirándolo.
- .... Imposible.... El único lugar con hierbas solo hay dos maneras de entrar, con mi magia o... - dijo algo sorprendido.
- usted ordene mi señor, ¿lo atrapamos y lo asesinamos o lo hacemos comida? - dijo Jamil mirando a Kalim.
- no.... Ya se por donde entra pero es imposible... Al menos que yo lo vea por mis propios ojos ... Jamil, vamos a emboscar al ladrón - dijo serio Kalim, recordando el jardín de su sultana, la unica entrada ... Es por sus pasillos secretos, cual código solo ella sabe.
