XXVIII, Una extraña sensación.

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"Misión en las olas, p10."

La cena fue cuánto menos, incómodo. La conmoción de lo que Naruko le había dicho a Inari el día anterior aún seguía en el aire, pero nadie se atrevió a preguntar, menos cuando los pequeños sollozos de Inari hacían oscurecer la cara de la rubia.

No había tomado más de la mitad de su cena cuando Naruko decidió que ya había sido suficiente. Ella se paró de su asiento y se dirigió a la puerta, aún era noche y eso alertó a todos los que estaban ahí.

— ¿A dónde vas? — Kakashi, preocupado por su alumna, hizo la pregunta de una manera un poco brusca.

— Ah, yo... Vigilare afuera está noche. — Respondió de manera monótona, no quería decir en voz alta que le incomodaba estar en la misma casa que Inari. Tardó un rato en darse cuenta, pero lo que le dijo al niño no había sido lo más maduro de su parte, y se lo había dicho enfrente de su familia. Por eso le dio vergüenza volver a la casa en todo el día, se la había pasado afuera entrenando y no había ido a la casa hasta la cena.

Abrió la puerta suavemente antes de salir y con la misma delicadeza la había cerrado. Kakashi dejo ir a su alumna, comprendía que la chica se sentía avergonzada y necesitaba tiempo para pensar.

Quién no estuvo tan de acuerdo con eso fue Sasuke, quiso salir y hablar con Naruko. No había tenido la oportunidad para preguntar porque le había dicho todo eso a Inari, pero ahora se encontraba muy curioso. Aunque justo cuando se iba a ir, Sakura lo detuvo.

— Hmm, Sasuke-kun... — Habló tímidamente. — Yo creo que... Hmm... Deberíamos dejar a Naruko respirar. — Dijo mientras se rascaba la mejilla. — Debe querer estar sola si no pidió que alguno de nosotros fuera con ella. — Explico.

Sasuke soltó un resoplido y volteo a ver a su sensei, Kakashi solo asintió y le indico que volviera a su silla, que Naruko iba a estar bien. El acepto pero eso no le impidió mandar una mirada molesta al resto de su equipo.

La familia de Inari en cambio, también se sentía un poco avergonzados. Según lo que les había informado Kakashi más tarde, Naruko era huérfana, y a día de hoy seguía siendolo. No tenía familia y muy pocos amigos, por eso se sintieron un poco culpables y lograron entender sus palabras, no significaba que estuvieran cómodos con la manera en la que trato a Inari, pero ahora comprendían porque lo hizo.

El resto de la cena paso en silencio total, solo el sonido de los cubiertos chocando contra el plato sonaba. No tardaron nada en terminar y limpiar la mesa, antes de irse a dormir.




Naruko despertó con una extraña sensación. Se levantó de su sueño rápidamente y en menos de 5 minutos ya estaba arreglada y totalmente despierta.

Bajo corriendo las escaleras y fue directo a la cocina, en el lugar solo estaba Tsunami y sorprendentemente Inari también estaba ahí.

En cuanto piso la cocina, la mujer volteo a verla y le sonrió amablemente.

— Naruko-san, parece que te quedaste dormida. — Comentó con una risita.

Naruko se rasco la nuca, un poco avergonzada. Ahora recordaba que se había quedado gran parte de la noche entrenando y haciendo vigilancia alrededor de la casa. No había sido hasta la madrugada que Kakashi había ido a verla para intercambiar lugares y que ella pudiera descansar.

— Parece que si... — admitió con vergüenza. — Tsunami-san, ¿Dónde están Kakashi-sensei y los demás?

— Oh, Kakashi-san, Sakura-san, Sasuke-san y mi padre fueron al puente hoy. Debido a que falta muy poco para que esté terminado, querían asegurarse de estar preparados por si había un ataque. — Explico. — Aunque Kakashi-san me dijo que te dejará descansar. Pues anoche hiciste mucha vigilancia y entrenaste, estabas muy cansada para siquiera levantarte a desayunar.

Problema Con Los Uchiha... (Old)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora