INTRODUCCIÓN

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Batman ha muerto y, lo que es todavía más importante, Bruce Wayne se ha ido para siempre.

Puede que Bruce llevara casi toda su vida preparando el escenario para el momento de su muerte, porque, claramente, era algo que pensaba a diario. A pesar de que no compartía con nadie cuántas veces se le pasaba por la cabeza su propia muerte, nadie ignoraba que con semejante trabajo se lo planteara al menos una vez.

Pero Bruce nunca había temido tanto por su vida como en aquel momento. Y es que había pasado de ser un niño solitario que solo contaba con la compañía de su fiel mayordomo y quizá algún que otro conocido (como la famosa ladrona de Gotham), a ser la figura de paternal, no de una, sino de varias personas.

Aunque, al principio, cuando trabajaba solo con Dick, no lo veía de esa manera, con los años se había percatado de que los momentos que más disfrutaba era cuando pasaba el tiempo con ellos. Su razón de luchar era la misma, por supuesto, pero ahora se enfocaba en crear un mundo mejor para su familia: la "batfamilia".

Sabía que podía confiar en ellos.

Había cometido muchos errores a lo largo de su vida y, entre ellos, quizá se había olvidado de explicar el valor del trabajo en equipo. Pero sabía que si quería que a su familia le fuera bien, una vez él no estuviera, tenía que asegurarse de que trabajaran en equipo.

Antes de partir a la que temía pudiera ser su última batalla, Bruce preparó con esmero cartas para toda su familia y para todas aquellas personas que valoraba. No las enviaría él mismo, sino que programaría su envío para después de su muerte.

Hecho esto, Bruce partió para no regresar nunca más...

Navidad sin tiWhere stories live. Discover now