PRECUELA DE: EL OMEGA Y EL EMPERADOR
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La habitación estaba atrapada por la penumbra del silencio.
El ceño de Shen Qingqiu se había fruncido con fuerza, sus ojos no dejaron de mirar al beta.
Puños apretados, un rostro oscurecido por sentimientos inexplicables. Ni una sola falsa sonrisa en sus labios.
Aun cuando no quería creer o entender esas palabras, Shen Qingqiu no pudo evitar el titubeo en sus palabras cuando preguntó: ―... ¿Qué quieres decir... con que este es un mundo real?
Sacando de sus túnicas un talismán, Shang Qinghua caminó hacia la puerta, tan pronto como fue activado Shen Qingqiu se dio cuenta que era una especie de escudo, el mismo que extendió una gran reja roja de energía demoniaca evitando que algo dentro de esa habitación pudiera salir de ella. Sus ojos pasaron de inmediato al escritor, el rostro de Shang Qinghua se veía oscuro.
―Podría decirte mil cosas sobre ello, pero hay algo que me gustaría experimentar primero. Si mi teoría es cierta... te lo explicaré todo.
―¿Qué quieres probar?
Shang Qinghua sentía que se estaba arriesgando mucho con esto. Pero era lo único que le quedaba tras años de estar atrapado en ese mundo.
Entonces Shang Qinghua dijo esas palabras.
―3,333, recuerda, 3,333.
La espada Xiu Ya salió rápidamente de su funda. En un solo pestañeo estaba apuntando contra Shang Qinghua mientras los ojos de Shen Qingqiu miraban brillantes en amenaza al beta. Las pupilas parecían haberse rasgado como las de una bestia cazando a su presa.
―¿Dónde escuchaste eso?
Solo para que al siguiente segundo Shen Qingqiu pestañara, como si volviera en sí. El terror se apoderó de su mirada. La espada cayó contra el suelo. Sus manos temblaban.
Completamente preocupado y arrepentido se acercó a Shang Qinghua buscando disculparse:―¡Lo siento! No sé qué pasó, yo-
―Lo sabía.
―¿Qué?
―¡Sabía que no estaba solo en esto! Oh, cuantos años de soledad en este mundo tan loco. En verdad conocí un lector, esto debe ser el destino. Es tan bueno encontrar a un compañero de la misma patria y el mismo mundo. ¿Cuál es tu ID de Zhongdian? Tal vez éramos viejos conocidos.
Shen Qingqiu contestó sin entender nada de lo que pasaba:―Pepino Sin Igual.
Shang Qinghua frotó su barbilla intentando pensar en todos los ID que conocía hasta que recordó algo.
―¿No fuiste especialmente cruel en uno de esos hilos que llamaban a castrar al villano Shen Qingqiu? Fue cuando tú, ejem, cuando el Shen Qingqiu original llamó a Ning Yingying a su habitación.
