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Estaba sorprendido… demasiado sorprendido. Ahora podía entender mejor por qué dicen que la UA es la mejor escuela.

Katsuki lo quiso atacar en medio de la clase de educación física, el profesor lo detuvo incluso antes de que pudiera estar a un metro cerca de él.

-En esta escuela no aceptamos conductas de este estilo, mucho menos agresiones hacia cualquier compañero independientemente de lo que sean -habló con seriedad -Si vuelves a intentar algo parecido, serás expulsado. Esto va para todos.

Todos se sorprendieron. En la actualidad es normal ver ese tipo de agresiones hacia los alfas y casi nadie (por no decir absolutamente nadie) se metía a defenderlos. Izuku soltó el aire que había contenido en cuanto vio al cenizo correr hacia él, sus manos temblaban debido al miedo que sintió y se limpió el sudor frío que escurría por su frente.

Katsuki chasqueó la lengua y desvió la mirada. No valía la pena seguir con eso, si lo expulsaban le iría mucho peor en casa. Mientras volvía a su lugar siendo observado de una forma extraña por todos sus compañeros, reflexionó sobre lo que tendría que hacer ahora en adelante. No podía alejar a los alfas cómo siempre lo había hecho, pues se metería en más problemas. Conocía a su madre y si llegaba a casa con el más mínimo rastro de olor a alfa, le llamaría de todo y lo reprenderá por permitir algún acercamiento de estos… en ese caso, podría escudarse con lo que dijo el profesor. "Si llego a golpearlos me expulsarán, tú decides" así se podría asegurar de algo, aceptaría el acercamiento o aceptaría la expulsión.

Una vez en su lugar, se dio cuenta de las miradas reprobatorias de todos los demás. Se sintió incómodo, ¿Qué les pasa?¿Acaso no han hecho algo parecido? Le parecieron demasiado hipócritas al querer "defender" al pecoso. Si tanto les importa ese tipo de tratos hacia los alfas, ¿Por qué no hacían más que mirar mal al agresor?¿Por qué no lo detuvieron antes que el profesor?¿Por qué sólo lo vieron molestos después de que Aizawa dijera que expulsará al siguiente?

Sus ojos picaban, sus manos temblaban y un sentimiento de enojo puro emergió desde el fondo de su estómago. Podía sentir la acidez de dicho órgano subir por su garganta. Tragó saliva y apretó la lengua en su paladar para evitar que las lágrimas salieran.

La vida era una mierda, así como cada una de las personas que estaban ahí.

Terminó explotando. Gritó furioso que lo dejaran de ver pero no movió sus pies, tampoco sacó sus manos de sus bolsillos.

El docente miró a su alumno de cabellos cenizos, negó con la cabeza y siguió con la clase. Al parecer el chico había entendido (aunque sea un poco) después del pequeño regaño que le dió.

Las clases siguieron con su rumbo. Izuku notó cómo el cenizo estaba más inclinado hacia enfrente y ocultaba su rostro mientras escribía. Mordió su labio inferior, diría que era normal por su actitud agresiva pero incluso así… él siempre aparentaba ser fuerte, ser el mejor, que todos eran basuras. Verlo encogido de esa forma era extraño, suspiró y lo dejó pasar, prefería poner atención a la clase y así evitar que el oji rubí notara su mirada.

El omega sentía como si fuera a morir. ¡Ahora no solo debía soportar las miradas de Deku! Estaba seguro de que todos lo miraban. Su espalda dolía y si se endereza está seguro de que cada hueso tronará sonoramente.

La profesora Nemuri dio por finalizada la clase con una sonrisa energética y despertó al beta azabache que estaba tirado en su saco de dormir con una patada. Este abrió los ojos con fastidio, frunció el ceño y se levantó lentamente mientras la mujer se despedía de los alumnos.

El ambiente era… ¿Cómo describirlo? Asquerosamente incómodo, para todos. Los demás notaron la tensión entre el peliverde y cenizo, todo indicaba que se conocían desde antes y al no tener respuestas empezaron a inventar. La que más sonó entre murmullos fue la teoría de "seguramente Midoriya intentó hacerle algo a Bakugo y por eso intenta defenderse".

Sociedad de mierda [DkBk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora