𝚃𝚑𝚒𝚛𝚝𝚢 𝙳𝚊𝚢𝚜 𝙲𝚑𝚊𝚕𝚕𝚎𝚗𝚐𝚎

13

Rusmex

Rusia llegó al dormitorio del mexicano casi a rastras, apenas había terminado su entrenamiento en el equipo de básquetball y lo único que quería era dormir. Dejo sus cosas en la entrada para después caminar a la habitación y darse una ducha rápida.

Al salir del baño revisó la hora en su teléfono viendo que su novio llegaría más tarde, así que se cambió y decidió tomar una pequeña siesta, acomodó la cama dejándose acurrucar entre las cobijas cálidas hasta que poco a poco fue quedándose completamente dormido.

México caminaba aburrido por el corredor hasta llegar a su cuarto, abrió lentamente la puerta y vio las cosas de su novio haciendo que una sonrisa se formara en su rostro. Se dirigió a su cuarto encontrándose con su querido ruso totalmente dormido, que aunque le decepcionó un poco se acercó a la cama metiéndose a la misma, tratando de no despertarlo pero fue en vano.

— ¿Ya llegaste?

Rusia habló adormilado haciendo que México lo volteara a ver.

— Sip.

Le contestó antes de acomodarse en la cama y ser atraído al cuerpo del contrario en un abrazo.

— Vamos a dormir.

Susurró el mayor y el otro asintió cerrando los ojos, pero había un pequeño problema. México no podía dormir durante las tardes, era imposible que el pudiera hacerlo, una vez que se despertaba en la mañana, era imposible que durmiera de nuevo, a menos que ya fuera su hora de dormir.

Aún así, el moreno trató de dormir, cerró los ojos y se concentró en relajar su respiración, además de entrar en calor para quedarse perdido como solía dormirse, pero era tan difícil, su mente divaga en varias cosas, de la nada tenía comezón y quería rascarse, no se sentía cómodo en la posición en la que estaba y Rusia se empezaba a dar cuenta de eso ya que con los suaves movimientos que hacia México, fue despertándose de a poco.

— ¿Qué pasa?

— Ah... nada.

Se limitó a responder y paso sus brazos al cuello del ruso y este lo abrazó de la cadera.

Ahora los dos estaban despiertos, uno de ellos decidido a dormir mientras que el otro solo tenía los ojos cerrados tratando de convencer al otro de que quería dormir, aunque claramente falló en el intento.

— Oye Rusia...

— Mmhh...

— ¿Qué pasa si te muerdo?

México miró su mejilla a la par que formulaba su pregunta.

— No se- ¡Agh! ¡¿Qué te pasa?!

Se separó del mexicano mientras tocaba la mejilla que había sido maltratada. Pero el contrario solo se encogió de hombros mientras sonreía inocente.

— Ya, a dormir.

Se levantó de la cama tomando una de las mantas bajo la mirada atenta del castaño. Rusia se acercó al menor y tomándolo del tobillo lo atrajo a él para poder cargarlo con una mano, recargandolo en su hombro, mientras que con la otra mano extendía la manta en la cama, dejó caer al mexicano caer y antes de que este pudiera levantarse de la suave superficie, el ruso ya había empezado a envolverlo como si fuera un taco.

— ¡Oye! Dejame ir.

— Es hora de dormir taquito.

Le dio un beso en la frente y lo acomodó en la cama de nuevo, para después el meterse entre las sábanas nuevamente, abrazo a su pequeño novio y se quedó dormido debido al calor que el otro generaba además de su silencio y tranquilidad. Mientras que México se quedó dormido después de haberse rendido de sus intentos de escape.

Listo!
❤🇷🇺🇲🇽❤