Para su mala suerte, sin razón aparente, ese alfa había comenzado a molestarlo.
Le escondía los libros, no lo dejaba comer tranquilo, lo molestaba cada vez que lo veía por los pasillos, le colocaba apodos vergonzosos y cada que podía, le hacía una...
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Jungkook caminaba por las calles desoladas y grises mientras su mente estaba perdida en repetir la escena en esa clínica.
Era Taehyung, estaba 100% seguro.
Siguió caminando, pero de repente paró al sentir esencias desconocidas. Su instinto le decía que regresara con su alfa, pero él se quedó paralizado al ver como dos figuras salían de uno de los callejones de esa zona.
"Vaya. Pero que omega tan bonito."
Jungkook estaba quieto, los dos alfas que ahora caminaban hacia él, aunque fueran casi de la misma altura que Taehyung, eran más corpulentos que su alfa.
No tendría oportunidad contra ellos.
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca como para sobrepasar su espacio personal, el omega gruñó, mostrando sus dientes.
Ambos alfas rieron ante el gruñido, y lo único que pasaba por la cabeza de Jungkook era un nombre en particular.
Cerró los ojos al ver como uno de los alfas frente a él, hizo amago de tocarlo.
Pero no sintió el toque.
Abrió los ojos, y lo que vió hizo que llevara sus manos hacia sus labios.
Taehyung, su Taehyung tenía al tipo que intentó tocarlo contra la calle, golpeándolo una y otra y otra vez.
El otro alfa estaba tratando de levantarse, para ayudar a su amigo, quién ya ni siquiera se defendía.
Taehyung parecía estar ido en la furia que sentía, hasta que escuchó esa voz.
Jungkook quedó petrificado, no escuchaba nada, solo podía observar, pero en algún punto, pidió por su alfa, quién rápidamente se levantó y caminó hacia él para poder abrazarlo, y respirar su aroma.
Jungkook soltó más lágrimas de las que podía, estaba asustado, pero una parte de él se sentía emocionado por estar junto al alfa.
"¿Estás bien?"
Le preguntó luego de unos minutos. Y el omega negó.
"Llévame, llévame a mi casa."
Las lágrimas hacían que la voz de Jungkook se escuchara amortiguada, pero Taehyung había entendido lo que pedía.
Ambos fueron en taxi, Jungkook no atreviéndose a ver a los ojos a Taehyung, y éste no queriendo soltarlo del -ahora- débil abrazo que mantenían.
Al llegar frente a la casa del omega, éste se encogió más contra Taehyung. Así que cuando Taehyung bajó y pagó el viaje, Jungkook agradeció que se dirigían hacia la casa del alfa.
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