CAPÍTULO 5

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           UNA LLAMADA INESPERADA

Yessica se había despertado una hora antes de lo que acostumbraba. Entro al baño y se cepilló los dientes. Además, de lavarse la cara, se arregló el cabello. Repitió la misma rutina del anterior día.

Ya estaba nuevamente en el stadium. Veía como el nuevo césped empezaba a germinar. Sabía que sus fertilizantes no le fallarían.

En ese momento sonó su celular y vió que se trataba de una llamada entrante de Briana, su mejor amiga. Inmediatamente contesto.

—Hola Briana ¿Cómo estás? —con una gran sonrisa.

—Hola Yess. Estoy bien.

—Que bueno amiga. ¿Cómo te van en tus vacaciones en Hawaii? .

—Estuvieron bien —sonriendo—. Te quiero comentar que mañana estoy en Barcelona.

—Que?!. Enserio volverás aquí?

—Claro que si. Ya me aburrí del clima tropical.

—Seguro que sí. Mañana puedes pasar por mi casa.

—Esta bien. Entonces mañana nos vemos en tu casa.

—Te espero. Bye

—Bye.

La joven saltaba de alegría. No podía creer que su mejor amiga estaría de regreso a España. Con Briana había vivido muchos momentos divertidos, como lo hizo con Eric. Estos dos muchachos habían marcado su vida de colegio.

Se dió cuenta que se está empezando a distraer. Entonces dejo el tema aún lado y fue a traer la regadera del depósito.

Cuando llegó a este cuarto, observo que en las paredes habían demasiadas fotos de Gavi. La joven notaba que realmente en muchacho era una estrella del fútbol.

De tanto buscar por las cajas y los estantes, logro encontrar la regadera tras una caja. Fue hasta el baño, para llenarla de agua.

Cuando salió, escucho pisadas en la parte de arriba. Se dió cuenta que eran los jugadores. Está vez la muchacha se arregló el pelo y se acomodo muy bien la gorra.

Fue con cuidado hasta el campo de juego y es donde se cruzó con Pablo. El joven miraba como Yessica realmente tenía un gran cuidado hacia las plantas.

—Hola Pablo —con un rostro rojo como si fuera un tomate.

—Hola Yessica —riendose—. ¿Estás bien?. Tu rostro está demasiado rojo.

—Si estoy bien, solo que el sol me llegó.

—Comprendo. Pero aún así tu encanto no se pierde.

—¿Encanto? —sonriendo—. ¿Acaso yo puedo tener algo especial?.

—Claro que si Yessica. Eres muy linda, muchos chicos deben estar tras de ti.

—Ya quisiera. Sinceramente nunca tuve un novio o pretendiente.

—¿Enserio ? . Bueno las personas suelen fijarse más en lo superficial que en lo de adentro.

—Eso si es verdad.

—Pero tu para mi eres muy linda. Por cierto está quedando muy bien la cancha.

—Gracias, estoy poniendo mi máximo esfuerzo en este trabajo.

—Bueno Yessica, tengo que subir a la reunión. Luego hablamos.

—Claro.

Yessica se despidió del jugador y continuo haciendo su trabajo.

En una pequeña libreta, trazo un dibujo rectangular de la cancha, y luego las dividió en ocho partes iguales. Las cuales eran las zonas en las que debía regar. Empezaría de arriba hasta llegar abajo.

Y así se pasaron los minutos y horas, hasta que llegó el medio día. En ese momento la joven se acordó de que Eric prometió acompañarla hasta la cancha. Pero no recibió ninguna llamada desde entonces. Algo que le parecía gracioso, porque sabía que su amigo era muy perezoso para despertarse temprano.

Cuando terminó de comer, se lavo las manos y recogió sus cosas para salir del lugar. Al salir se chocó con Gavi.

—Perdon no me fijé por dónde camino —arreglando su pelo.

—Descuida, a veces uno camino distraído —dijo el jugador.

—Si —con un gesto nervioso.

—¿Ya te vas? .

—Si, ya cumplí con el trabajo de hoy.

—¿Quieres que te acompañe?, yo iré por un pequeño bocadillo.

—Claro.

Todo andaba bien, hasta que Amelia apareció y arruinó la salida de estos jóvenes.

—Hola Pablo, estoy lista para que vayamos a la fiesta  de Miguel.

—Amelia, ya te dije que no podré ir.

—Pero lo prometiste —mirando su rostro en un espejo de bolsillo.

—No prometí nada.

—Espera, ¿Quién es esta? —mirando a Yessica.

—Ella es Yessica, está trabajando por unos días aquí.

—Mucho gusto —dijo la joven de pelo negro.

—El gusto no es mío. ¡¿ Con que clase de gente te rodeas Pablo?! . Ya no te reconozco.

—Por favor Amelia, puedes moverte . Tengo que irme.

— ¿Con quien? ¿Con la jardinera? .

—No la llames así. Mejor ya nos vamos.

Gavi tomo de la mano a Yessica y se la saco de ahí. El joven le comentaba que Amelia suele ser muy arrogante. Le aconsejaba que no le haga caso a sus insultos. Porque su personalidad es esa.

Yessica estaba algo incómoda porque el jugador aún sujetaba su mano. Pero a la vez estaba tranquila porque su mano era muy cálida.

LA CANCHA DEL AMOR  - Pablo Gavi- FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora