Noches De Desvelos

Epílogo

POV Lauren

10 años después.

Veía el horizonte el cual me mostraba un inmenso mar tranquilo las olas iban y venían con calma, la brisa hacia que mi cabello se moviera sin cesar, el cielo estaba azul sin una sola nube a la vista, el sol muy fuerte y olía a agua salada.

Todo estaba en completo silencio todo había cambiado, mi vida había dado un giro de 380° el silencio se habia apoderado de todo lugar donde iba, no estaba acostumbrada a la soledad pero debía aceptar que la vida era así. Dejé el timon fijo salí de la cabina de control fui al baño, luego me quite la franela quedando con la parte de arriba de mi traje de baño, unas bermudas blancas me llegaban hasta la mitad de los muslos, recogí mi cabello en un moño descuidado y tomé mis lentes negros para protegerme los ojos.

Camine despacio hacia la cubierta tome el frasco de protector solar, me aplique una buena capa ya que el sol siempre me lastimaba la piel más que los demás, tomé asiento en una tumbona, revise una pequeña cava que tenía ahí, saque una cerveza la destape y le di el primer trago.

Comencé a recordar a mis hijos Lea se había casado con un político que era empresario también, el tipo tenía dinero y se la pasaba viajando, lo bueno que parecía quererla y la llevaba a todas partes con él.

Darrick tenía cuatro años que se había graduado de ingeniero en sonido, trabajaba para una empresa de eventos donde se encargaba del sonido, cada vez que los contrataban para un concierto, no tenía pareja nunca había tenido una relación formal era mujeriego hasta decir ya.

Román se había graduado de médico y estaba haciendo una especialización en oncologia, papá lo había recomendado con unos amigos que lo estaban guiando, además de enseñarlo en lo teórico y práctico todo apuntaba a que mi hijo sería un gran médico oncologico, gracias a Román era abuela, hace cinco años había dejado a una muchacha embarazada aunque ninguno de los dos quiso casarse ni formalizar nada, se había hecho cargo de su hija.

Sonreí recordando a mi nieta Hanna, una rubita de cinco años con los ojos gris idéntica a su madre, se me derretida el corazón cada que iba a visitarme, me recordaba cuando mis bebés eran pequeños.

Las gemelas... Desarrollaron por completo la belleza, amabilidad, dulzura e inteligencia de Karla Camila, estaban de viaje al medio Oriente con mis padres, mamá las adoraba y cumplía cada uno de los caprichos de ellas sin chistar, mi padre obedecía en lo que dijera mi madre así que también hacía lo que las niñas querían.

Camila:_Woow pero que cara tan seria... Cualquiera pensaría que estas planeando alguna nueva locura, así como esta de alejarnos como ermitañas de nuestra familia y amigos. -la mire enseguida.

Y ahí estaba el amor de mi vida con cara de sueño, vestía un traje de baño de dos piezas el bikini era super pequeño así como a mi me gustaba que ella me luciera, en el medio del abdomen estaba visible la pequeña cicatriz que le quedó del disparo, que le dio aquella maldita mujer del demonio.

Sonreí señalando mi regazo para que se sentará, lo hizo, la bese en el brazo rodeando su cintura con mis brazos ella se recostó de mi torso.

Lauren:_Me preocupa Lea. -dije en un susurro.

La niña nos había llamado anoche contándonos que había estado presentando vómitos, mareos y cansancio, le dije que se viniera para examinarla pero quería estar con su marido allá.

Camila:_¿No me digas que después de tantos hijos que tenemos, no sabes lo que tiene Lea? -la mire confusa, ella sonrió negando- Amor... Vamos a ser abuelas por segunda vez. -abrí la boca con sorpresa, nada salía de mi por lo sorprendida que estaba- Ella me lo dijo anoche cuando terminaste de hablar, nos quedamos conversando un rato más, lo que pasa es que no lo ha confirmado con una prueba de sangre, no quería ilusionarte, pero ambas creemos que espera su primer bebé. -sonreí abrazándola mas- Eres una abuela muy sexy... -me dijo mirándome coqueta- Quizás con algunas canitas te ves más sexy todavía mi amor. -se sentó colocando una pierna a cada lado de mi cuerpo.