13

435 27 0
                                    

—Mamá.

...

—Mamá.

...

—Mamá despierta.

Despierto cuando el susurro es dirigido justo a mi oído, abrí los ojos y veo a mi hija parada junto a la cama.

—Hola bebé, ¿que haces despierta? —consigo decir en medio del bostezo mientras mi hija espera pacientemente a que me despierte por completo.

—Mamá ¿Por qué mami esta contigo en la cama? —susurra Esme otra vez.

Miró hacia abajo y veo el brazo de Alex rodeandome y siento lo apretado que está su cuerpo contra el mío. Joder.

—Ella se quedó a dormir ¿Recuerdas?

—Pero tu dices que ella duerme en el sofá ¿mami tuvo un sueño feo? —pregunta con empatia.

—¡Si! —concuerdo rápidamente usando su sugerencia como una excusa razonable del porque Alex esta en la cama conmigo, Esme aún no sabe de lo cercanas que nos hemos hecho. —Digo, si eso fue. —trato de quitarme el brazo brazo de Alex de encima y sentarme para sacar a Esme de la habitación, pero la mujer aprieta su agarre y me atrae más a ella. —¿Quieres subir a la cama con nosotras Esme?

Ella asiente y salta a la cama, su rodilla me golpea en el estómago y gruñó de dolor.

—Perdon mamá.

Me las arreglo para acostarme boca arriba y aunque continuó en brazos de Alex, ella reconoce movimiento y trata de pegarme más a su cuerpo. Esme se sienta en mi estómago afortunadamente sobre la cobija porque aún estoy solo en ropa interior y la erección de su madre seria difícil de explicar.

—¿Como dormiste? —le pregunto a mi hija que parece estar completamente despierta y luciendo una de las sonrisas más dulces que le he visto.

—Muy bien.

—¿Por qué estás sonriendo tanto? —le pregunto de manera juguetona picando su estómago para hacerle cosquillas, Esme niega que lo esté haciendo y esconde su cara en mi cuello para que no vea su sonrisa que pronto se convierte en una fuerte y adorable risa al sentir mis cosquillas. Mi hija se remueve encima de mi, tratando de pelear contra mis manos, sus piernas patalean y consigue despertar a Alex.

—Buenos días. —saluda su voz ronca, sus ojos se abren lentamente revelando su par de ojos marrón más claros de los normal. —Y buenos días para ti princesa. —estira sus brazos y le acaricia la mejilla haciéndola sonreír todavía más.

—Mamá dijo que tuviste un sueño feo. —las cejas de Alex se fruncen con confusión y me mira interronte. —Y por eso estas en la cama con ella. —sus ojos se abren cómicamente al darse cuenta de que nuestra hija nos atrapó juntas en la cama. —¿Ya estas bien?

—Muy bien gracias.

Alex abraza a nuestra hija por la cintura y la acerca a ella, acostandola en el nuevo espacio creado entre ella y yo. Nos acostamos de lado para poder darle la cara a la pequeña que continúa sonriendo.

—¿Vas a decirme que te tiene tan risueña esta mañana? —insisto, sonríe y se vuelve a esconder.

—Porque mami está aquí con nosotras y me gusta tenerlas a las dos conmigo. -responde al fin.

—A mi también me gusta que tu mami esté con nosotras. —le susurro a ella y vuelve a reír.

El tierno momento entre las dos es interrumpido por un celular sonando, es el mío esta vez. Alex se para y me lo da junto con con un camisa, me visto y salgo a contestar al pasillo.

The Donor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora