◇El Comienzo De UN Todo◇

• Capitulo 42•

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Kenay Márquez

El bloqueo de sentimientos crece cada vez que me hablan de mi madre, preferí salir de la habitación mientras Tulum se da la ducha, comienzo a bajar las escaleras lentamente pasando mi mano  por la pared que antes estaba  llena  de cuadros de mi madre, con el adiós para siempre de mamá, mi padre decidió quitar todos los cuadros, yo aún conservo sus favoritos bajo las escaleras con mis ojos llenos de sentimientos, suspiros salen de mi, para tratar de calmar las ganas de llorar, después de los segundos llego a la cocina y procedo a servir los dos vasos de chocolate, los recuerdos invaden mi mente, y mis ojos comienzan a llenarse de sentimientos y pensamientos, no pasaron los segundos y ya estaba llorando, mojo mis manos y las paso por mi rostro, la fría agua hace contacto con mi piel y me eriza, pasaban los minutos y Tul no salía de la habitación, me preocupaba dejo los chocolates servidos y comienzo a subir lentamente las escaleras, un fuerte ruido hizo que mis piernas comiencen a correr

-¡Tul!

Comencé a correr escaleras arriba, de dos en dos abri la puerta de la habitación  mientras mis ojos rápidamente se posan sobre la puerta de el baño,

- ¿Tul estás bien?

- Me duele mucho Hath

Como puede confundirme con mi hermano no me importó y ingresé al baño verla sin ropa sería todo un privilegio, pero no de esta manera está sentada con las rodillas golpeadas y una leve cortada en su frente sus ojos lloraban mientras que con su mano tapa la herida de su frente su piel blanca, sus bellos ojos llorosos y la sangre corriendo lentamente por su cara, hacían que mi mente divagara los pensamientos más satisfactorios.

Después de los segundos volví a la tierra

- ¿como pasó esto ?

- iba saliendo de la ducha y me trompece me golpie mi frente con el lava manos - mi voz sale quebrada

-Ven extiendo mi mano para ayudarla a que se levante, - porque eres tan tonta.

- ¡Que! casi muero

- Casi pero no, ahora vístete mientras tanto buscaré el botiquín te espero abajo. Digo saliendo rápidamente de la habitación, no pude evitar sonrojarme, no tuvo que ser mía para verla sin ropa, sacudo mi cabeza para aclarar mis pensamientos, me dirijo a la pequeña sala en busca del botiquín,

Después de los segundos ya estaba con Tul, sentados en el mueble

- Duele mucho

- Deja de ser tan dramática, solo estoy quitando la sangre, ojitos lindos

- vaya ahora soy Dramática, ojitos lindos, tonta progresas muy rápido kenay

- vas contando las cosas lindas que te digo. Mejor ve tomando tu chocolate se enfría

Ya está

- Muchas gracias guapo

-¿ Guapo? ¡No! Nada de eso y como que gracias, me acerco a su oído para susurrarle, nada de gracias pagame no quería alejarme de ella aún olía a su perfume subí mi mano hacia su mejilla, con mi dedo pulgar comienzo a acariciar su mejilla.

- Tu quieres lo que yo deseo - mi voz sale suave y ronca

- y que es lo que deseas guapo, - ya no aguanto más quiero besarlo, mi corazón late al mil y solo quiero sus besos para olvidarme de todo

- deseo muchas cosas pero está es la más importante, no bastaron los segundos y uni nuestros labios sus cálidos
y suaves labios hacían contacto con los míos, ya mi mano no estaba en su mejilla si no en la parte superior de su cabeza eso hacia que profundizará el beso, siento la fría mano de mi diosa tocar mi mejilla, abri mis ojos  y rápidamente encuentro los suyos, me fui apartando lentamente, me sigo destruyendo, teniéndola cerca pero si tener sus labios con los míos es destruirme me encanta seguir probando la muerte.

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