Mantengo la cartera bajo mi brazo en lo que me adentro al restaurante italiano con un vestido ceñido en busca de mi cita, la tela resalta mi figura y la adrenalina corre por mis venas, llevo meses esperando este momento el estar cara a cara con uno de los criminales más grandes de Europa, me he preparado y mentalizado a conquistarlo con el fin de adentrarme en la pirámide de la mafia y no solo soy yo, hago parte de un elaborado plan el cual intenta capturar a los tres engendros más peligrosos del mundo criminal y dicho operativo está comandado por el grupo Elite el cual se ha organizado no solo con el fin de acabarlos, es algo que nos propusimos y tomo peso desde que asesinaron a uno de mis colegas, «Harry Smith»
Cierro los dedos sobre mi cartera, es la primera vez que veré la cara de uno de los tres bastardos más peligrosos de la nueva era, ya que nadie ha tenido la oportunidad de acercarse y soy el segundo agente que lo hará, el primero fue Harry y murió, enderezo mi espalda escaneando el lugar, mi piel se eriza y mis pies se mueven solo por instinto propio caminando al sitio del cual creo que es el señalado, nunca lo he visto, pero mi cuerpo y el grupo de hombres que lo rodean me dice que es él.
—Buenas noches —saludo con un tono seductor consiguiendo que el sujeto de traje se levante y se vuelva hacia mí erizandome la piel cuando los ojos negros se concentran en mi rostro y...
La oscuridad que emana es un trago seco el cual me desubica, es atractivo, muy atractivo a decir verdad con rasgos italianos los cuales no son fáciles de ignorar, el hombre con el que convivire los próximos meses o años tal vez, toma mi mano y le sonrió correspondiendo el gesto, me "compro" en una subasta, conquistarlo y acabarlo ahora es mi objetivo, sus dedos suben por mi brazo con un gesto suave y el enigma de sus ojos es tan poderoso que endereza mi espalda con la punzada que lanza mi torax, «mi cabeza no se lo imaginaba así»
—Siéntate bella —susurra con suavidad.
Destila elegancia, magnetismo y una belleza demoníaca la cual desubica cuando sonríe, los labios son sensuales, los ojos penetrantes, los rasgos italianos le suman atractivo y me acomodo en la silla queriendo concentrarme ya que estoy en uno de los operativos más grande de mi vida.
—No creo que mantengas por mucho tiempo ese vestido —me dice— Eres del líder de la mafia ahora, bella Rachel.
—Lo sé —anclo su mirada a la mía en lo que se acomoda el nudo de la corbata, el 20 % del trabajo ya está hecho y estoy preparada para todo lo que se viene.
«Acabar con la mafia» Destruir a los bastardos que la lideran, obtener mi medalla, ascender y volverme uno de los soldados más importantes de la FEMF, para esto me he preparado por más de dos años y ahora ha llegado mi momento.
—Lamento la demora —dicen y mi vista viaja al sujeto que aparece por mi izquierda dandome un bofetón mental el cual me desubica con el aroma, con el tono y la apariencia.
Mantiene la mano en uno de sus bolsillos luciendo un traje sin corbata, el cabello le cae húmedo sobre las cejas y los ojos grises se fijan en el escote de mi vestido cosa que me desestabiliza con el descaro que lo hace, «Que sea un escolta» ruego «Un sirviente» Lo que sea, alguien que solo esté de forma temporal.
—Te presento a Christopher Morgan —me dice el italiano— Mi socio y uno de los tres engendros del mundo criminal.
Tira de la silla dejándose caer y la vista de ambos recae sobre mí, creo que esto será más difícil de lo que creí, la mirada feroz del hombre de ojos grises y la mirada siniestra del que porta ojos oscuros me lo dice.
***
¿Que hubiese pasado con la teniente James? 👀
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