FANFIC 2

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Emma

En la mochila empaco todo lo que se requiere para mañana mientras Angela Klein habla por teléfono, es mi primer operativo como soldado asistente en una misión encubierta, cubriré a la teniente que tiene como objetivo conquistar al Boss de la mafia rusa, me harán pasar por su hermana con el fin de poder tener más alcance, ella será la distracción y yo la coartada espía que vigilara los alrededores, según lo estipulado tiene el perfil que volverá loco al señalado y por ello se han jugado todo por el todo creyendo que no pondrán problema con las persona que traiga, mi enfoque es todo lo que rodea al ruso incluyendo al hijo de mi misma edad.

—¿Estás preparada? —me pregunta— Supongo que si, eres una James siempre lo están.

—Por supuesto —cierro todo.

Todo está listo ya y abandonó la alcoba queriendo oxigenar mi cerebro, estoy en la FEMF desde que tengo uso de razón y el ser una James ya nos da cierta fama la cual me exige que no pueda equivocarme en esto, estamos en las playas de Miami y saco el móvil en busca del chat del sujeto con el que quede de verme, llevo seis meses hablando con él sin vernos la cara, es un corredor de bolsa y casualmente coincidimos en la ciudad, los nervios me corroen cuando lo veo de espaldas desde lejos.

Decidimos no decir como éramos, solo eran mensajes calientes y un pacto de saludo sin preámbulos con beso en la boca, no le he visto la cara, pero me gusta lo que veo acercándome, no hay duda de que sea él, es la única persona que espera y por ello lo abrazo por detrás, la locion masculina me hace cerrar los ojos con lo intensa que es, los pezones me cosquillean y planto mis labios en la comisura de su boca.

—Hola bebé —lo saludo antes de soltarlo quedando frente a él y.. Oh Dios...

Congela mis articulaciones con la camisa semi abierta que te da un pequeño vistazos de unos alucinantes pectorales, el cabello lo tiene recogido luciendo sexy y apuesto como un Dios del inframundo consiguiendo que junte mis muslos con el cosquilleo que me recorre en dicha área poniéndome como un tomate... No sabia que en el mundo existian hombres así, el cabello lo trae recogido y los ojos leonados me miran de arriba abajo y no es solo el físico, es el aura que desata un no sé qué, hombres merodean a su alrededor y no sabia que tenia escoltas, nunca lo comento.

—¿Cómo estás? —tomo asiento.

—Supongo que bien, ¿Y tú?

—Super —contesto sonriente —Perdona mi demora me estaba poniendo linda para ti.

—¿Para mí? —asiente.

Estampa una estúpida sonrisa en mi cara, está más bueno que tarta de chocolate, no sé ni que decir, no hace más que detallarme consiguiendo que mueva mis piernas.

—Oh lo que te iba a mostrar —saco mi teléfono— Siempre me decias que si te enviaba los videos llenaba la memoria de tu móvil y por ello hice una carpeta para que vieras todos mis videos.

Le muestro y recibe el aparato viendo lo que le muestro mientras le explico y me escucha asintiendo, le cuento desde cuando patino dándole rienda suelta a todo hasta que... El teléfono me vibra con el número de mi cita y siento que voy perdiendo color, la persona que tengo al frente, no me dice nada y contestó con una sonrisa mal fingida.

—¿Si?

—Emma, perdón —se disculpan al otro lado— Me quedé atrapado en un embotellamiento, pero ya voy...

El hombre que está frente a mí aparta el aparato de mi oreja paseando el pulgar por mis labios sin perderlos de vista, «Madre mía» mis ojos se anclan a los suyos y su boca avasalla la mía en el beso que correspondo cuando me toma hundiendo las manos en mi cabello, sin palabras, sin explicaciones me sumerjo en el tipo de noche que se vive una sola vez encerrandome con él a follar como si lo conociera de años, ¿Que me pasa? No sé, pero las ganas son tantas que termino fundida en la cama de una habitación de hotel, «Una noche, una locura y un secreto que no le diré a nadie» Que fui follada por un adonis ruso del cual no tengo ni el teléfono, pero valió la pena cada segundo en su cama.

Las piernas me duelen al día siguiente, pero eso no borra la estúpida sonrisa que tengo en la cara, una camioneta me recoge con Angela y con ella ultimó detalles antes de partir rumbo a la casa del mafioso más peligroso de Rusia, enderezo mi espalda estando en las puertas de la mansión, la teniente es un bombón andante el cual luce ropa que haría babear a cualquiera y las puertas se abren dándonos paso al sitio donde viviremos los próximos meses con el fin de aniquilar los tres engendros del mundo criminal.

—Boss, buenos días —saluda Angela y muevo la vista al sitio del sujeto que aparece por la derecha dejándome muda cuando en vez de fijarse en Angela clava los ojos en mí.

«Oh, joder» Es el mismo tipo de ayer... Me.. Me acosté con el dueño de la mafia rusa.



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Extras Pecados Placenteros (Eliminados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora