Chishiya X Kuina X Fem OC

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[Pedido anónimo]

[Ella es bonita; Natalia Lafourcade]

—Ella es bonita.

Aquellas tres palabras salieron de la boca de Kuina la primera vez que miró a Alex. Estaba desayunando con su único amigo en La Playa, con la persona a quien más confianza le tenía en aquel lugar, y lastimosamente también, con aquella persona por la cual su corazón comenzaba a latir.

Esas palabras casi insignificantes tomarían un sentido pronto. Chishiya miró a la chica de reojo y luego volvió a centrarse en su plato. Fue un gesto casi de ritual que hacía con todas las personas, uno de desinterés completamente, pero la sonrisa que acompañó a aquel gesto hizo que Kuina se sintiera incómoda.

—Lo es—afirmó el joven sin volver a levantar la mirada—. Si quieres luego te la presento.

—Oh, ¿la conoces? —y el asintió levemente tomando los palillos—, ¿del otro Tokio?

—Era residente de un año menor que yo en el mismo hospital, aunque ella estaba en pediatría así que naturalmente, está loca de remate—afirmó—. Ayer la encontré en un juego de tréboles y la traje, por lo menos aquí podría ducharse con agua caliente y comer algo.

Kuina miró que estaba comiendo sola, y quizá si su hubiese escuchado a su subconsciente, se habría salvado a sí misma de la situación que ella misma provocó.

—¿Cómo se llama?

—Alex—dijo Chishiya bebiendo de su cajita de jugo de naranja—. Nunca me aprendí su apellido.

—¡Oye, Alex! —gritó Kuina saludando a lo lejos, Chishiya la miró con confusión y ella se giró para explicarle—, estaba comiendo sola, que se siente con nosotros. ¡Siéntate aquí, Alex!

—Como quieras.

La chica se acercó y le dio una tímida sonrisa después de una corta reverencia a forma de saludo al par antes de sentarse al lado del joven que no hizo ni el más mínimo movimiento por quitarse; siguió comiendo con tranquilidad.

—Soy Kuina, supe que eras amiga de Chishiya de...bueno, de donde sea que venimos.

—No éramos amigos—explicó Alex sin quitar su corta sonrisa—, los carniceros y nosotros no nos llevamos bien.

Chishiya dejó escapar una carcajada real, una que Kuina jamás había escuchado. Incluso tuvo que tocar su estómago y sostenerse de la mesa.

—Oh vamos, nosotros tampoco podemos ser amigos de los roba quirófanos—acotó.

Alex lo miró ofendida y luego le dio un leve golpe en el hombro. Chishiya no hizo aquella mueca de incomodidad que siempre salía automáticamente cada que recibía contacto físico, sino que rio cabizbajo.

—Nosotros no robamos los quirófanos, de eso se encarga ginecología.

—Pero son parte del equipo, ¿qué no?

—Mi cesárea de emergencia siempre será mejor que tu apendicitis que llevas horas postergando—con una sonrisa de autosuficiencia, Alex comenzó a sacar los palillos, pero Chishiya se los arrebató y los llevó detrás de su espalda—. ¡Oye!

—Robaquirófanos—atacó, y luego sus risas de unieron en un coro mientras ella intentaba quitarle los palillos.

Kuina se sintió fuera de lugar completamente, tosió en un intento de que ellos notaran su presencia nuevamente, y gracias a Dios funcionó.

—Kuina, quiero decir, ¿entenderías que una cesárea es más importante? Son dos vidas, es como...

—Se roban los paquetes globulares—la interrumpió el chico, aun cuando Kuina estaba por dar su opinión—. Se roban los paquetes globulares, los quirófanos y también nuestros sueños y esperanzas cuando crecemos.

One Shots|| 𝙰𝚕𝚒𝚌𝚎 𝙸𝚗 𝙱𝚘𝚛𝚍𝚎𝚛𝚕𝚊𝚗𝚍 [ᵖᵉᵈⁱᵈᵒˢ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒˢ]Where stories live. Discover now