Capítulo 18

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Todo era muy oscuro, el silencio abundaba en la habitación y llovía un poco afuera, usualmente en el pueblo no había mucha actividad, los caballeros seguían con sus prácticas como normalmente hacían cada día.

El príncipe como siempre estaba sentado en su trono, firmando algunos pergaminos con asuntos del pueblo de Henry, al lado suyo había una pequeña mesa de madera en la cuál todos ellos estaban agrupados.

Él se encargaba de estos mismos, puesto que, no había nadie más para hacerlos, ya habían pasado mucho tiempo desde que su padre, el rey, había caído gravemente enfermo, y él tenía que hacerse cargo de los asuntos del reino.

Empezó a doblar los pergaminos y juntaron para entregárselos a los caballeros encargados en la tarde.

Una figura interrumpió la sala abriendo las puertas de par en par caminando con pasos fuertes hasta la habitación principal.

Empezó a caminar hasta el trono donde se encontraba el presente. Y este último al notar que había imgresado suspiro y cruzó sus brazos para luego farfullar.

—¿Qué noticias traes? —preguntó Scourge con disgusto en su cara.

—Ya pasó demasiado tiempo alteza, no hay señales o incluso rastros del infiltrado de Arthur.

—Pff, bueno Rouge, si desconfias tanto de él, haré que los espias del pueblo vean como está la situación, ¿de acuerdo? —contestó Scourge apuntó de gritar el nombre de uno de los soldados para darles la orden, pero la murciélago lo interrumpió.

—No creo que sea necesario, yo misma tuve que tomar la decisión para esto, antes de que se salga de control. —Rouge puso su mano en su espalda para luego mirar a Scourge con satisfacción.

—Como sea, ¿que dijeron ellos? —preguntó sin darle demasiada importancia a ello, no era la primera y mucho menos la última vez que Rouge se ocupaba de este tipo de cosas sin que él se entere.

—Aquí traigo el pergamino de sus informes hace unas horas. —Rouge se acercó al príncipe entregándole el pergamino.

Scourge lo agarró y desdobló, comenzó a leer en silencio cada una de las palabras que estaban escritas en el pergamino.

Cada vez su vista parecía más confundia conforme avanzaba la lectura, finalmente término de leer el documento, siguió en la misma posición sosteniendo la hoja de papel.

Empezó poco a poco a arrugarla con mucha fuerza y apretar sus dientes, mientras lanzaba un gritó de furia tirando todos los pergaminos que había acomodado anteriormente sobre la mesa.

Rouge se sorprendió mucho por su reacción, quería saber que decía aquel pergamino, no pensaba que algo fuera mal, después de todo, siempre se hacía lo se cumplía lo que Scourge decía.

—¿Qué dice? —preguntó curiosa la murciélago levantando un poco la voz y acercándose al erizo aun enojado

—Vieron al hijo de Bowen compitiendo en los torneos de Arthur, además de eso estar conviviendo con ellos, no parece estar más de nuestro lado. —Respondió Scourge aún con ira, demostrándose en sus palabras.

—¡¿Nos engaño?! —gritó Rouge al escucharlo.

—Así parece —suspiro y luego se volvió a sentar en su trono, tratando de pensar en algo para solucionar el problema—. ¡Quiero que manden absolutamente todos los guardias a Arthur! empezaremos la emboscada antes de lo previsto.

Los caballeros empezaron a moverse, cuando se detuvieron al escuchar una voz que provenía dle otro lado de la habitación.

—No creo que sea necesario, si me lo permite alteza. —Dijo al parecer una figura caminando desde otra puerta de la habitación.

A pesar de la guerra | SonamyWhere stories live. Discover now