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Los contactos de Jungkook estaban desesperados por tener acceso a la entrada de la casa de Jimin. Seguían insistiendo en que le preguntase cosas, que fuera probando con fechas o números que podrían importarle, pero Jungkook seguía recordándoles que había perdido sus recuerdos y que era imposible adivinar lo que le parecía importante en el pasado.

Eran cerca de las 01:00 AM y Jungkook estacionó su motocicleta afuera de una fábrica abandonada, donde se suponía debía de juntarse con sus compañeros para seguir hablando sobre los planes que tenían para atacar directamente al recinto donde se encontraba el alcalde, escondido como una rata de alcantarilla. Era absolutamente necesario tenerlo todo planeado, aparte de preparar diversas salidas por si algo no salía del todo bien.

Hacía un poco de frío, Jungkook llevaba únicamente su chaqueta de cuero encima de una sudadera delgada. Trataba de entregarse calor a sí mismo masajeando sus brazos, no le gustaba temblar, a pesar de que sabía que era una reacción natural absolutamente necesaria. Ciertas cosas le recordaban que era un ser humano y que a pesar de tener una fuerza extraordinaria, sangraba como cualquier persona común y corriente. Se le hacía hasta deprimente, recordarse a sí mismo lo débil que podía llegar a ser en algunas ocasiones.

La fábrica le daba mala pinta, era inmensa y siniestra, parecía que la habían cerrado hace siglos por algún accidente catastrófico. Según escuchó por un rumor, algunos trabajadores habían sido encerrados en una especie de incendio, tal vez fuga de gas, pero claramente fue algo que los llevó a su muerte. Ahora le quedaba una amarga sensación cuando miraba las ventanas rotas, podía ser conocido como un villano, pero seguía siendo sensible ante ciertos tópicos.

Seguía estando solo a esa hora, no tenía miedo, pero nunca se sentía a gusto en la oscuridad. También comenzaba a enfadarse porque nada les costaba ser puntuales, si querían llevar a cabo el plan, tenían que por lo menos cumplir con lo conversado. Él no estaba jugando sobre el ataque al alcalde, quería que todo marchase bien y si tenía que encontrar nuevos socios, definitivamente lo haría.

— ¡Ay, pero si es mi hombre! — Escuchó la voz de uno de sus compañeros, Dante Pasco, para ser precisos, uno de los más molestos y parlanchines del grupo —. Lamento la tardanza, me quedé dormido. ¿No te pasa que comes y te da sueño? Porque yo ya estoy en esa edad.

Dante era italiano, tenía un poco de acento cuando hablaba, pero eso no le impedía manejar un extenso vocabulario que utilizaba para molestar a medio mundo. Aparte de eso, era llamativo, difícilmente pasaba desapercibido con su porte y sus brillantes ojos azules. Jungkook se preguntaba cómo podía seguir caminando por la calle sin llamar la atención de las autoridades.

— No me quedo dormido cuando tengo compromisos. — Contestó Jungkook de brazos cruzados. Había irritación en su tono, estaba realmente molesto.

— ¿Dejaste solo a tu novio? Tiene que estar preocupado. — Le hizo cosquillas para suavizar el gesto de enfado de su rostro, pero no funcionó, Jungkook se apartó recordando los numerosos mensajes de Jimin pidiéndole que se cuidara, pensando inocentemente que estaba trabajando en un turno de noche.

— Lo que haga no es asunto tuyo, Jimin tampoco lo es.

— ¿No fuiste tú el que casi lo mata? — Jungkook apretó el puño después de escuchar las palabras de Dante. Lo peor era que no había malicia en su tono, él realmente se preguntaba cómo podía estar protegiendo a la persona que dejó tan maltratada.

Su pasado con Jimin era tormentoso, todas las cicatrices en su cuerpo fueron provocadas por el héroe de dulce aroma a vainilla y labios gruesos. No recordaba momentos gratos entre ambos, aparte de eso, Jimin siempre le guardó rencor por haberlo salvado de un accidente donde murió su compañero e interés amoroso. Tenía sus gritos grabados en la cabeza, lo maldijo tantas veces que los insultos perdieron su impacto. Jungkook sólo quería hacer algo bueno, se repetía cientos de veces al día, pero ahora se estaba aprovechando de Jimin y no sabía cómo solucionar el embrollo.

MEMORIA DISTANTE メモリ KOOKMINDove le storie prendono vita. Scoprilo ora