Capitulo 29

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Los sollozos eran lo único que se podían escuchar en esa habitación, algunas palabras de calma también se escuchaban de vez en cuando pero era imposible escucharlas cuando lo único que recorría la me te de Harry era la culpa.

Culpa que ni siquiera sabia porque sentía si esto fue algo que estuvo pensando hace muchos años. ¿Por que era tan difícil soltar a una persona que sabes que te hace daño?

Quizás porque aun la seguía queriendo, y como no, era su madre. Solo esperaba que Emma no se enojara con él, lo último que quería era perderla, no a su hermanita.

"Amor, todo va a estar bien." Louis intentó nuevamente calmarlo.

"No lo se, era mi madre ¿entiendes? y le dije todas esas cosas horribles." cubrió su cara con sus manos.

"Le dijiste la verdad. Se que duele, pero no te sientas culpable, hiciste lo que tenías que hacer... Y eso está completamente bien."

Louis tenía razón, y eso era lo peor de todo. ¿Por que tenía que alejarse de alguien que se supone debía ser tu lugar seguro? Dolía, dolía mucho.

"¿Hice bien?"

"Sí, hiciste bien." limpió las lagrimas de Harry. "Ahora iré por un poco de té ¿Te gustaría un poco? ¿para que así puedas dormir?" Harry asintió. Así que Louis lo soltó y vio como el menor se acostó abrazando un cojín en posición fetal. Como odiaba verlo de esa forma, si tan solo pudiera eliminar todo rastro de tristeza y dolor de su cuerpo...

Louis volvió en unos pocos minutos, tenía dos tazas de té humeantes en ambas manos, una se la dió al menor y la otra la dejo sobre el mueble que estaba junto a la cama.

"Gracias."

"No hay problema. ¿Quieres que te de tu pijama para que estés cómodo?" El menor asintió, y Louis tomo una polera y un buzo holgado de sus cajones. "Aquí tienes."

El menor agradeció y con lentitud dejó la taza en el mismo lugar que Louis y empezó a quitarse la ropa entré hipidos. Una vez estuvo listo volvió a la cama, y Louis lo tapó con las mantas.

"Um, ¿amor?" llamó cuando vió que Louis se recostó a su lado.

"¿Si, precioso?" hundió su mano en el cuero cabelludo de Harry, sintiendo las hebras color chocolate entre sus dedos.

"No quiero molestarte, pero... ¿te importaría quedarte esta noche? si no quieres nos hay problema, sabes que puedo entender."

"Claro que me quedaré. No me iré hasta que estes bien."

Harry sonrió por primera vez en la noche, a veces sentía que la manera en la que Louis lo trataba no se la merecía en lo absoluto, ¿Que había hecho de especial para que una persona como Louis lo tratara tan bien? no lo sabía.

"Gracias, en serio. No quisiera agobiarte con mis problemas."

"No lo haces."

Y Harry volvió a sonreír. Se acomodó mejor y abrazó a Louis como si en algún momento el fuera a desaparecer, ya había parado de llorar pero en sus ojos y mejillas se podía ver claramente cuan mal la estaba pasando.

A la mañana siguiente Harry se despertó con el olor a café inundando sus fosas nasales, sintió ruido en la cocina y supo que Louis seguía allí, vió como Garfield se subió a su cama y restregó su cabecita contra la mano de Harry, el menor sonrió con la acción.

"¿Tienes hambre, mi amor?" la no tan pequeña gatita maulló en respuesta. "Okey, ahora voy." acarició sus orejas y le dio un pequeños beso entre ellas.

Se levanto y fue en dirección al baño... Mierda, se veía como la mierda. Sus ojos estaban completamente hinchados y rojos por todo lo que lloró, y su pelo como se costumbre estaba muy desordenado, se hizo un pequeño moño con una traba para arreglar un poco su pelo, y luego lavó su cara y dientes. Bueno al menos mal aliento no tenía...

F*** u Tomlinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora