Capítulo 3

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Hacer un jardín era inesperadamente difícil, pero quizás haya sido por el hecho de que Minjeong no era conocida por su fantástica fuerza en la parte superior del cuerpo, pero rápidamente aprendió que la jardinería no era lo suyo. En absoluto.

Lo que hacía aún peor está situación era Jimin.

No es como si ella estuviera activamente haciendo algo difícil— en realidad, era exactamente lo contrario; ella está cavando con una especie de determinación inquebrantable logrando casi el doble de progreso que Minjeong. Estába empezando a hacerla sentir inadecuada, para ser honesta.

Al menos podía ver cómo se veía Jimin en pantalones cortos y una camiseta sin mangas, lo cual era realmente agradable.

Y realmente, realmente distraía.

Tenía piernas sorprendentemente tonificadas, cuyos músculos se tensaban debajo de su piel cada vez que levantaba la pala cargada de tierra del suelo.

Sus pómulos eran de un adorable tono rosado y exhalaba suavemente con cada esfuerzo. Minjeong miró la parte superior de sus hombros y su clavícula, y nunca pensó que tendría un interés en particular con esa parte del cuerpo, pero la apariencia de Jimin era absolutamente hermosa.

Los ojos de Minjeong rastrearon una gota de sudor que se sumergía en el hueco de su cuello antes de que descendiera más al sur, desapareciendo debajo de su camiseta—

"No te pedí que vinieras para que te quedarás parada". La voz molesta de Jimin rompió su ensimismamiento.

Minjeong rápidamente desvió la mirada, contenta de que sus mejillas ya estuvieran sonrojadas por el esfuerzo y no por mirar completamente a Jimin. Bueno lo que sea. Ella era una adolescente, por supuesto que de vez en cuando se comería con los ojos a una persona atractiva.

"Así que demándame, no estoy hecha para el trabajo manual". Minjeong respondió después de recuperar la compostura. Se quitó la gorra y dejó caer su pelo corto para poder hacerse una pequeña cola de caballo. Se dio cuenta de que Jimin siguió sus movimientos, pero lo ignoró.

"Esta mierda es difícil".

"Sí, por eso quería que me ayudarás". Jimin dijo irritada. Su propio cabello estaba recogido en un moño, aunque algunos mechones se habían soltado para enmarcar su rostro. "¿Puedes recordarme quién es exactamente la responsable de arruinar mi jardín anterior?"

"Está bien, está bien", Minjeong levantó las manos en señal de rendición. "No hay necesidad de ser tan descarada".

Jimin simplemente la fulminó con la mirada y Minjeong le respondió con una sonrisa antes de volver a cavar solo para molestarla un poco más. Al menos ya casi habían terminado por hoy, Jimin había trazado el área y habían pasado la mayor parte de la mañana arrancando el césped y excavando rocas, raíces y otros escombros. El último paso sería esparcir los posos de café de ayer sobre el área.

Después de diez minutos más de excavación, Minjeong se apoyó en su pala y señaló hacia la casa. "¿Puedo molestarte por un trago?"

Jimin levantó una última pila de tierra del suelo y se secó el sudor de la frente con el dorso del brazo.

"Ya me estás molestando, pero yo también quiero un trago".

Minjeong la siguió hacia la casa, quitándose las zapatillas antes de entrar en el espacio gloriosamente fresco; incluso ella podía ser civilizada si quería. Exploró el lugar con interés y con un poco de envidia; los pisos eran de madera oscura y de alfombras gruesas, y la cocina a la que se dirigía Jimin tenía encimeras de granito y electrodomésticos de acero inoxidable. Minjeong se sentía dolorosamente fuera de lugar y por un momento deseó que ella y su madre vivieran en un lugar tan agradable como este.

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