Nunca supe lo que era morir acribillado
hasta que tu boca aquella palabra disparó
sé que fui yo el primero en haberla usado,
pero hasta oírla de ti la bala impactóEntiendo que no soy la víctima del poema,
aunque me dueles, no he sido una paloma blanca,
pero es cierto que no soy el único problema,
pues has pecado navegando con bandera blancaEres musa en un salón que no posee a Caliope,
predilecta en una tierra donde es ley tu destierro,
un corazón de cristal que con el tiempo se rompe
y se encaja en las manos cuando los puños cierroTus cristales hirieron a Aquiles en el talón,
que se sintió morir al sentir uno incrustado,
pero ignorando su dolor hizo acopio de razón
y descubrió que de pie te habías equivocadoQuedará cicatriz y recuerdo de la herida,
pero no será de mi defunción la causante
tal vez esta no será la única bala perdida,
sé bien que de tirador también jugué mi parte
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Hablando con el corazón #PGP2023
PoetryLa segunda entrega en versos de tantas sensaciones y sentimientos que guarda el corazón