Otra oportunidad. (Terminada)

Capitulo XXXVII

+Horas antes del atentado+ 

En el otro país asiático, China, la tortura de los hermanos mayores de una de las familias más poderosa del territorio había acabado tras una puñalada directa al corazón luego de haberlos hecho pasar por un calvario. La escena era extremadamente escalofriante, incluso para algunos de los que habían apoyado al menor de la familia en la lucha de poder y solo los que se atrevieron a permanecer en aquella habitación, dónde habría dado fin a la vida de sus compañeros de vida, serían sus guardaespaldas más leales, no porque lo hayan apoyado y soportado hasta ese momento, sino por el miedo que ocultaban detrás de sus rostros, porque el miedo lograba que cualquier persona estuviera bajo control del más fuerte. 

-¿Qué es lo que planea Korn? -el líder la mafia China se acercó hasta el recipiente de metal donde le habían dejado agua tibia y jabón, comenzó a lavar sus manos manchadas de sangre mientras llevaba su mirada al anciano que lo había cuidado desde pequeño. 

-En las últimas grabaciones ubicamos el lugar donde sería el ataque...-el menor sonrió ante la respuesta del otro mientras continuaba fregando sus manos con esmero- Al parecer cambió el día del ataque porque su nieto estaría junto a su tío en el sitio. 

-Genial, entiendo...-susurró no muy convencido. Cuando le acercaron una toallita para limpiar sus manos el mafioso sonrió tras recordar los datos que habían compartido con Vegas y Porsche- ¿Recuerdas que me preguntaste por qué deseaba una fiesta sin presentes de lujo?-su confidente lo miró esperando una respuesta- Porque Korn es el claro ejemplo de porqué no dejarse cegar por obsequios tan patéticos como piezas de ajedrez...-murmuro recordando cada uno de los obsequios que su padre le había enviado al tailandés antes de ser asesinado- Avísale de esto a uno de los infiltrados de los chicos, necesito que les llegue la noticia, tres horas después de que lo digas lleva a cabo el plan de Korn, no importa si los hermanos siguen en el sector... el que avisa no traiciona. 

++

-¿Lo has escuchado? ¿Fue una explosión? 

Macao observó a quien le hacía aquella pregunta, suspiró suavemente asintiendo a sus palabras mientras miraba las paredes blancas del lugar donde se encontraban, observó un momento la pequeña ventanilla del lugar, la cual impedía que se quedarán en completa oscuridad. Entonces decidió acercarse al cuerpo de su mejor amigo quien sostenía al pequeño abrazándolo con fuerza.

-Él ya está mejor... tranquilo-comentó mirando al pequeño quien se encontraba callado observando fijamente a sus hermanos mayores con sus ojos brillosos ante el reciente llanto que había provocado el susto del ruido de la explosión. Porschay suspiró suavemente acariciando las mejillas del niño con tranquilidad para abrazarlo un poco más hacía su cuerpo. 

-¿Mejor? Macao... estamos en la mierda. -respondió el de pequeños rizos mirando fijamente a su amigo sin poder ocultar la preocupación porque entendía y era consciente de que se habían metido en una cámara frigorífica móvil que se encontraba fuera del local ¿cuánto tiempo debían esperar allí? 

~MACAO~

Suspiré entendiendo el sentimiento que atravesaba en él, cerré mis ojos un momento recordando como el casi algo o pareja de mi primo Khun nos había arrastrado hacía la puerta trasera del local pidiendo que nos metieramos en lugar seguro para que vengan por nosotros, no nos había dado tiempo siquiera a tomar nuestros dispositivos móviles. Todo había ocurrido tan rápido que apenas tuve tiempo de reaccionar y cuando mi primo empujó a Porschay con Venice en sus brazos me desoriente. Intente recuperar el conocimiento geográfico, pero fue en vano porque en cuanto me giré para ver a los mayores que nos habían empujado aprecie a alguien detrás de ellos sacando un arma para apuntar a una de las máquinas de gas.