20: El infierno a mis Pies

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(Reproduzcan la canción ☝🏻☝🏻☝🏻 mayormente en la parte final)

Las horas pasaron lentamente en aquellas frías paredes blancas y Jeon Jungkook movía ansioso las piernas en él mismo asiento de plástico negro donde cayó hace dos horas y media desde que pisó la sala de espera en el Hospital

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Las horas pasaron lentamente en aquellas frías paredes blancas y Jeon Jungkook movía ansioso las piernas en él mismo asiento de plástico negro donde cayó hace dos horas y media desde que pisó la sala de espera en el Hospital. Por más que quería no podía reincorporarse, su cabeza seguía recostada a la pared, con su cuerpo semi inclinado en dirección a la puerta del salón y en espera de ver a un doctor. Recriminándose por ser tan obstinado con Jin, por bloquearlo de su vida hace un mes y rezando por la oportunidad de verlo otra vez. Aún cuando sabe que no fue su culpa, que probablemente sea por el estilo de vida que escogió su hermano, no puede evitar las silenciosas lágrimas ni la opresión en su pecho. Hasta Lee Jong Suk caminaba de un costado a otro con pánico.

El castaño se movió de su lugar en un ápice de cordura, se estrujó el cabello y se puso de pies, tenía las articulaciones adormecidas. Se estiró mirando su reloj y caminó un poco por la estancia, le urgía consuelo de alguna forma, por eso se desplazó hasta el bebedor que yacía en una esquina de la sala. Se sirvió un poco de agua en un vaso desechable y entre suspiros ladeó sobre sus talones hasta quedar de frente a uno de los pasillos del ala izquierda. Ciñó su rostro en lo que saboreaba el refrescante líquido apoyando su peso a la máquina y se alarmó de la sombra que captó . Bufó en respuesta botando el recipiente en la papelera y alargó sus pisadas en diagonal.

¡Esa silueta la conoce hasta con los ojos cerrados!.

—¡No huyas qué ya te vi!.

El silencio reinaba, el castaño tosió doblando por el pasillo y casi corrió, se imaginaba quien era, pero todo lo abrumaba y se dejó guiar por esas pisadas sutiles que hacía el intruso. Aquellas sombras estaban vigentes y Jeon se apuró, pero abruptamente se despistó con un traspié y lo agarraron del antebrazo. Sintió una punzada en la espalda cuando lo incrustaron a la pared con violencia y al fijar la vista, percibió ese color reluciente de esmeralda. Si sus pulsaciones ya eran un lío, en este instante estaban peor.

¡Era su ángel, era Jimin quien lo sometió y no se equivocó, él estaba ahí, a centímetros que su aliento le hacía cosquillas en el rostro!.

— Jeon...

En el cuerpo del heredero surgió desde sus entrañas un fuego que lo consumió, su piel estaba erizada y su razonamiento se evaporó con esos cortes electrizantes que lo estremeció por dentro. Agarró al ángel de la cintura estampándolo contra su torso, lo volteó en un segundo y le sujetó la barbilla. La escena cambió, Jungkook tenía a Jimin acorralado y su furia era inminente... ¿o a lo mejor era una liga entre desasosiego y conmoción?.

—¿¡Qué diablos haces aquí!?. —profundizó su agarre porque veía que este no lo quería mirar fijo— tú tienes algo que ver...

—¡No!.

Títeres | Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora