3.29. Trastorno.

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3.29. Trastorno.

El calor se extendía en esa noche fría, las sábanas agrupadas en sus cuerpos quemaban sus pieles, no valía el viento que entraba por las dos ventanas de la habitación, ni las cortinas que lo encaminaban por los alrededores. Arfaxad se removió en la cama sintiendo una humedad escalar su espalda. Cambió de posición en busca de un descanso que le proporcionara tranquilidad momentánea.

—¡Por favor no! —Un grito lo alertó de inmediato. Se giró ligeramente desorbitado.

—¿Qué? —Soltó. Pequeñas franjas de la luz de las estrellas lejanas iluminaban partes del cuerpo de la chica que tenía al lado, el cabello cubría su rostro, sus brazos se movían con frenesí como si tratara de derribar un muro de encima —¿qué pasa Maybe? —Insistió incorporándose.

—¡Leonar no! ¡No! ¡No lo hagas! —Sacudió su cabeza y pataleo en negación. Sus ojos estaban cerrados y su respiración era errática.

—¡Maybe calmate! —Agarró sus manos pero uno de sus pies le azotó una patada en la rodilla —¡Maybe es solo un sueño! ¡No es real!

—¡Qué no! —Rogó desesperada —¡Irene! ¡CUIDADO!

—Maybe, tranquila...abre los ojos —Arfaxad sostuvo sus manos por encima de su cabeza contra la almohada y se colocó arriba para con sus pies detener los de ella que golpeaban el aire —es un sueño, te lo prometo —se acercó como pudo para susurrar en su oido pero de inmediato se fijó en la sangre que salía de su nariz y ojo izquierdo, la humedad no era sudor —Maybe, despierta —intentó limpiarle los hilos que bajaban de uno de sus orificios nasales.

—¡AYUDA POR FAVOR! —Ella continuó en su propia histeria, sumida en su propia realidad siendo presa de sus pesadillas inquebrantables —¡LEONAR! ¡ACABA CON ESTO!

—¡MAYBE DESPIERTA! —Demandó y optó por sacudirla para hacerla reaccionar, entonces pronto los movimientos bruscos se paralizaron pero la sangre no dejó de caer.

—¿Arfaxad? —Se sorprendió y extraño a la vez, se sentía desorbitada.

—Maldición —gruñó Arfaxad antes de tomarla en volandas para llevarla al baño de al lado y abrir la fuente de agua.

—¡Ah! —Emitió Maybe pegándose a él para esquivar el chorro de agua que salía fría.

—Tranquila —la hizo retroceder logrando que el agua disolviera la sangre que parecía estar en todas partes.

—¿Qué está pasando? —Murmuró ella —¿qué me está pasando?

—No lo sé Maybe. Si tu no lo sabes, yo tampoco —suspiró, la miró por un instante indeciso, volvió a suspirar y se quitó el pantalón.

—¿Qué...qué haces? —Balbuceo, seguidamente un inevitable temblor la abarcó.

—Como si no me hubieras visto así antes —rodó los ojos con cierta diversión a sus adentros y extendió sus manos tomando los bordes de su camisón hasta quitárselo. Maybe quedó desnuda y sonrojada —voltéate —le pidió con suavidad. Ella nerviosa le dio la espalda —te voy a lavar el cabello —deslizó las manos por su larga melena.

—No se que me pasa Arfaxad, siento que mi cabeza va a explotar, tengo pensamientos que no son propios de mí, ideas y deseos...—cerró sus ojos, en su interior no quería que las caricias de Arfaxad cesaran —hay personas que pienso y no conozco, cosas extrañas y todo se vuelve peor en la noche...no me deja dormir, a veces creo que la única manera de terminarlo es acabar con mi...

—Maybe —la reprendió y la hizo girar para tenerla de frente —ni siquiera completes esa frase —se aproximó —ni lo pienses ¿me oíste? —Exigió.

Veneda, la nueva Tierra 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora