✼─ ⸙͎ nlas garras en su garganta, sus piernas temblando y la mirada penetrante... Eso le volvía loco —
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Las cosas en el escritorio fueron lanzadas con brusquedad, Spreen acostó de espaldas a Juan duramente en aquella mesa mientras sus manos apretaban con fuerza el cuello del castaño. Junto sus labios con los ajenos en un beso demandante sin que el otro tuviera oportunidad de respirar bien o siquiera seguirle el paso, sus mano apretaron con suficiente fuerza como para dejar escuchar un gemido por parte del castaño el cual temblaba bajo el agarre del híbrido, no de miedo si no más bien de placer.
Hace poco, menos de 10 minutos Juan estuvo demasiado tiempo pegado a "Rubí" o Rubuis como le escuchaba decir a aquellos extraños tipos que llegaron, Juan sólo habló un par de minutos con aquel otro híbrido pero fue siguiente para desatar la ira, celos y posesión de Spreen, todo el olor de aquel tipo estaba sobre Juan y eso le molestaba.
Sus besos bajaron lentamente por el cuello ajeno apretando los labios en aquella suave piel, sus manos se aferraron a los muslos gruesos del mago mientras este le regalaba jadeos, jadeos provocados por cada caricia repartida por el mismo.
— te meteré el pene tan duro que mi nombre será lo único que escuchen todos los boludos de allí fuera. - tomo de las mejillas al castaño para que le mire y paso lentamente la lengua por los labios ajenos — porque sos mío pelotudo, tu culo y todo de ti me pertenece desde la primera cogida que te di... Porque de tu boca solo debe salir mi nombre.
Aunque suene extraño aquella forma lasiva que tenía spreen para hablarle a Juan le gustaba, hacía que el cuerpo de este tiempo bajo sus brazos y se retuerza de placer mientras le abría las piernas.
— Decime Juan ¿de quien sos? ¿Que polla te gusta que te folle hasta que no puedes más? - quito toda prenda que cubría el torso del castaño apretando con sus dedos aquella suave cadera —
— soy tuyo... Solo me gusta sentirte a ti —el de gafas se negaba a verle mientras con una de sus manos tapaba la mitad de su rostro con vergüenza -
Aquello no le gustó al híbrido y rápidamente le levantó y apego a la pared, hizo que una de las piernas de este le rodee la cadera y la otra sobre el suelo. Una sonrisa de malicia se apoderó de su rostro y colo sus manos dentro del pantalón ajeno acariciando suavemente el trasero del castaño.
— sólo yo te hago temblar de placer - le miro fijamente apegando su frente a la de este mientras descaradamente acariciaba con la yema de sus dedos la entrada del castaño — te mojo solo con tocarte un par de segundos... Tengo demasiado dominio en tu cuerpo
— Mhg...e-eres un maldito - las manos de Juan se apretaron fuertemente en la camisa de Spreen mientras sus ojos se enfocaba en los de este, tan penetrantes que con sólo la mirada podía notar como lo deseaba, a el, solo a él -
— sos tan mío que follare cada centímetro de tu cuerpo hasta que el estúpido de tu ex te mire y sepa que ya no necesitas su estúpida pija —los dedos de Spreen comenzaron a simular embestidas rápidas, los pantalones del castaño ya hacían en el suelo mientras las piernas de este solo temblaban al sentir a este dentro suyo. -
El azabache junto más su cadera para que Juan pudiera sentir su ereccion mientras su lengua recorría todo el cuello y hombro de este.
— es hora de jugar.
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Los gemidos de Juan inundaban aquella oficina, su cuerpo estaba boca abajo en aquella mesa mientras solo una de sus piernas estaba arriba y era penetrado rápidamente por el menor, las manos de este apretaban su cuello dejandolo inmóvil disfrutando de ver cómo la espalda de este se encorvaba al sentir su polla dentro de él.
Se echo el cabello hacia atrás bastante satisfecho al escuchar a su chico gemir sin vergüenza alguna su nombre, de una manera tan sucia y provocadora que hacía que su pene disfrute de la estrechez del de gafas.
Rápidamente se sento en aquella silla e hizo que Juan se volteara a verle y pasará sus dos piernas a cada lado, el castaño solo apoyo sus manos en la mesa y sintió como este volvía a entrar en el pero esta vez el castaño se comenzó a mover de atrás para adelante comenzando a auto complacerse marcando su propio ritmo mientras sentía el pene del menor tocar su tan deseado punto dulce incontables veces que solo podía gemir, las manos de Spreen tomaron el miembro de Juan y comenzó a estimularse provocando espasmos en aquel bonito cuerpo que se autofollaba a sí mismo para llegar al orgasmo.
— ah~ S-Spreen amo tenerte dentro de mi.... - sin vergüenza alguna Juan hablo en voz alta mientras comenzaba a moverse más rápido, queriendo sentir todo de Spreen dentro suyo -
— eso Juan... P-puta madre así... - una de las manos de Spreen apretó suavemente la cadera del chico mientras cerraba los ojos sintiendo como pronto llegaría al extasis.
Solo unos segundos más y se dejó correr sin aviso dentro del chico sobre suyo y este se corría entre su mano, llegando ambos a su tan deseado orgasmo.
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— oh ¡Juan! - Rubuis corrió a saludar al castaño en cual le miro algo sorprendido pero solo devolvió el saludo tan alegre como siempre. -
El híbrido vio como este estaba acompañado curiosamente de otro oso pelinegro el cual le vio de pies a cabeza provocando un pequeño ambiente incomodo, El híbrido castaño pudo notar como el más bajito era tomado de la cadera y su vista viajo hasta notar las muy notorias marcas en el cuello del chico y allí entendió el porqué de todo.
— si no tienes nada que decir zarpa de aquí - hablo el más alto del grupo y se llevo consigo a Juan sin dejar que el par hablase más -
— ¿ te dan celos Rubi? - molesto el más bajito mientras retenía una risita de burla -
— si... Y te volveré a follar hasta que ese puto te deje.
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