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- Cap 8 -

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- Cap 8 -

- ¿¡Kaila!?
- ¿¡Neteyam!?
Ambos nos sorprendimos ante la presencia del otro y nos quedamos congelados. Por suerte, ninguno de los dos atacó, de lo contrario la situación habría podido acabar mucho peor.

Neteyam era la última persona que esperaba encontrarme por esos lugares. Resulta que aquel sonido lo producía él con su arco. Se encontraba lanzando flechas a aquella palmera seca tras la que yo me escondí.

- Qué susto, creía que eras una amenaza o algo peligroso. - comenté yo aliviada al encontrarme finalmente fuera de peligro.
- ¿Insinúas que no lo soy? - me dijo él con una sonrisa irónica y con la ceja levantada. Por alguna razón, oírle decir eso y en ese tono me resultó atractivo. Rodé mis ojos, sonreí y tras unos segundos continué hablando.

- ¿Qué haces tú por aquí?
- Lo mismo podría decir yo. - me respondió Neteyam.
- Bueno, lo digo porque esta zona no es que sea muy conocida y además está algo alejada de la aldea, y como tú no eres de por aquí pues...
- Entiendo. - me interrumpió con una mirada comprensiva y una sonrisa.
Continuamos con la conversación algo más relajados.

- Estaba practicando con el arco. Quería asegurarme que lo hacía en una zona aislada, ya sabes, para no poner en peligro a nadie. Aparte que me apetecía estar solo por un rato.
Yo lo escuchaba atentamente, asintiendo a lo que decía mientras que me apoyaba contra la palmera.
- ¿Sabes? Este lugar me recuerda algo al bosque. Tiene tanta vegetación que me recuerda al lugar del que vengo. La verdad es que hecho de menos estar allí. - dijo algo apenado, con una sonrisa melancólica.

- Pues háblame de él. Háblame de tu hogar.
A Neteyam se le iluminó la mirada y me miró con una gran sonrisa para luego proceder a contarme sobre el bosque.
- Pues bien, el bosque es un lugar repleto de plantas, árboles y criaturas terrestres. Es enorme, más de quince tribus distintas viven repartidas por él.
- Vaya, esas son muchas tribus. - me reí levemente. - ¿Y que hay de tu clan, tu gente, las costumbres?

- Yo procedo del clan Omaticaya, una tribu más del bosque. Nuestra vida se basa en cazar, recolectar y hacer nuestros rituales y ceremonias. Básicamente, hacemos lo que cualquier otra tribu haría.
- ¿Y tu padre fue jefe del clan?
- Sí, lo fue desde que yo nací hasta hace poco, cuando tuvimos que escapar, el clan designó a otro jefe. Sin embargo, mi abuela sigue siendo la tsahik.
- Wow, supongo que será muy sabia. - él asintió orgulloso y tras unos segundos en los que estuve pensativa continué hablando. - Espera, si tu padre fue el jefe del clan, eso significa que...
- ¿Que sería posible que me convirtiera en el próximo? Sí. - se respondío él solo, a lo que yo lo miré con respeto.
- Vaya, con que me encuentro frente al futuro Olo'eyktan del clan Omaticaya. - hice el típico gesto de respeto y le hice una pequeña reverencia. - Seguro que lo harás bien.
Neteyam simplemente se rió. Al parecer, ambos estábamos destinados a ser los jefes de nuestros clanes.
- Lo mismo digo futura tsahik del clan Metkayina.

Heart To Heart || Neteyam SullyWhere stories live. Discover now