#0.2: unnamed

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A pesar de que en el interior del recinto había un inusual ajetreo, la voz de Seonghwa no estaba en lo mínimo afectada cuando se acerco y le hablo desde el otro lado de la mesa.

—Veo que me preocupe en vano —detrás de sus gafas, sus ojos observaban con curiosidad lo que el chico estaba haciendo—. ¿Qué tal estuvo?

Las manos de Jongho tecleaban en el tablero de la mesa conectado a una cápsula en el centro del laboratorio. Sus dedos no pararon de moverse cuando respondió.

—Fue interesante. Pero principalmente fue exitoso.
Su jefe aguardo en silencio, con la esperanza de que agregaría algo más. Cuando Jongho parecía haber olvidado su presencia mientras continuaba tecleando, cayó en cuenta de que eso sería todo lo que le diría.

—Pues, tienes razón —el mayor, destacando del resto de los presentes por llevar un traje de vestir oscuro en medio de una multitud de batas blancas, se acerco con paso cauteloso a la enorme cápsula. Era más grande que él mismo, de unos dos metros tal vez. La parte delantera consistía en una vitrina gruesa, si bien no se podía mirar dentro debido a la escasa luz. Apenas se distinguía una silueta, un cuerpo flotando inmóvil—. Me alegro de que todo haya salido bien.

Jongho detuvo momentáneamente su trabajo para mirar de soslayo a Seonghwa. No podía estar seguro de hasta qué punto sus sentimientos estaban relacionados en cuanto a ese proyecto, pero si existía algo en lo que ambos se sentían de la misma forma, se podía resumir en esa oración.

—Yo también me alegro.

——

Aquel día quedaría grabado en su memoria como el día en el que más trabajo había tenido que hacer en un espacio tan reducido y ruidoso. Tenía la esperanza de que nunca más se repitiera.

Había estado concentrado en transcribir los códigos sin cometer ninguna equivocación, evitando distraerse en charlas innecesarias, que cuando llego la hora del almuerzo, casi se la saltaba. Su preocupación no residía en saltarse la comida en sí, tenía planeado usar ese tiempo para hablar con Seonghwa.

Por suerte, no tendría que hacer el recorrido hasta la oficina de su superior. Seonghwa todavía se encontraba en el laboratorio, entablando pequeñas conversaciones con los trabajadores para darles ánimo y tratar de conocerlos un poco mejor. Su puesto no requería esa parte, él tan solo era la persona que conectaba al departamento de ingeniería y tecnología con las demás partes de la empresa. Sin embargo, Seonghwa siempre trataba de tener una idea de cómo estaban las cosas por allí. Era un jefe que se preocupaba por el bienestar de sus compañeros y que al mismo tiempo se encargaba de mantenerse informado al respecto de todo lo que sucedía bajo su mando.

Ese era el motivo de que Jongho tuviera una pizca de esperanza en que su petición llegaría a ser, como mínimo, considerada.

Se dirigió al grupo en el que se encontraba el mayor, escuchando con atención lo que uno de los informáticos le explicaba. No quería interrumpir, por lo que mantuvo la distancia para no ser notada. Espero hasta que el chico acabo de hablar y Seonghwa se giro para salir por la puerta principal.

—Em, ¿Hyung?

El mayor se volvió. —¿Si? Ah, Jongho. ¿Sucede algo? —le saludo con una sonrisa de amabilidad que le salía natural. Jongho abrió la boca, pero las palabras no salieron. Aquello resultaba más complicado de lo que había imaginado. Intento una vez más.

—Quería… Quería hacerte una pregunta —las cejas de Seonghwa se alzaron con intriga—. Bueno, es más bien una petición.

—Claro —no había el menor indicio de rechazo en la expresión pacifica del mayor. Aún así, le costaba articular las palabras que había pasado toda la mañana, desde que se había levantado de la cama, practicando dentro de su cabeza—. ¿Entonces…?

—Quisiera saber si es posible reservar al primer modelo… para usos personales.

—¿Tuyos?

Los ojos de Jongho cayeron directo al suelo. —Sí.

Al no estar mirándole, la risa que broto de su superior lo tomo por sorpresa. No era una risa de mala intención, ni tampoco vergonzosa. Era una risa incrédula.

—¿Cómo podría decirte que no? Tú lo hiciste. Bueno, por lo menos la parte virtual —Seonghwa le dio una palmada en el hombro, un gesto amistoso que no iba más allá de lo respetuoso—. No esperaba que te encariñaras, pero veo que te subestime.

—¿Eh? No, n-no es eso —se apresuro a aclarar. Pero Seonghwa no parecía muy interesado en escuchar sus razones.

—Una vez que terminen las configuraciones, puede llevártelo. Es oficialmente tuyo.

Luego de decirlo, se marcho, dejando al pelimarrón con las mejillas levemente ruborizadas. Regreso a su puesto, todavía sintiendo sus nervios palpitando debajo de su piel.

En su camino, se detuvo frente a la cápsula que contenía al androide. Presiono un botón del tablero y las luces dentro de la cápsula se encendieron, trayendo la imagen del androide a la claridad.

No le había hecho grandes modificaciones a las propiedades virtuales, tan solo había corregido los errores que las pruebas habían mostrado. Cuando lo encendiera, los cambios serían tan imperceptibles que parecería ser el mismo que cuando lo había apagado.

Pero él sabría la verdad. No sería el mismo de antes. Sería mejor.








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Fin♡  Espero que quienes lleguen a leerla disfruten un poco.



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