Capítulo 25

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Neymar abrió los ojos con pereza y trató de removerse pero le fue imposible. El cuerpo de Dunia se abrazaba a él con fuerza, escondía su rostro en el pecho de él y parecía tener una ligera sonrisa mientras seguía durmiendo. El brasileño iba a levantarse, pero decidió quedarse en aquella postura durante unos largos minutos para poder adorar en silencio aquel momento. Sin lugar a dudas, despertar a su lado era como poco armonioso, una paz le inundaba en su interior que era imposible de explicar.

Llevó sus dedos a su cara y quitó el flequillo despeinado sobre su frente, bajó sus dedos hasta sus mejillas y las rozó con ternura sin poder quitar los ojos sobre ella.

Era tan preciosa que no parecía inevitable no quedarse anonadado en silencio, mirándola con tanta emoción e imaginándose si ese momento pudiese repetirse todas las mañanas.

Simplemente sería perfecto.

Dunia se removió entonces al sentir sus caricias y abrió los ojos con pesadez mientras se acostumbraba a la luz del día.

-Buenos días.

Dunia por un momento pareció confusa, pero en cuanto los ojos de ella se conectaron con los suyos, no pudo reprimir una sonrisa encantada al ver a Neymar recién despierto justo a su lado, envolviendo sus brazos alrededor de su cuerpo y con aquella sonrisa somnolienta.

-Buenos días.

Ella se estirazó con pereza y Neymar le dio un beso en la frente para después levantarse.

-¿Quieres desayunar?

-No estaría mal.

-¿Qué te apetece?

Dunia tomó su teléfono que descansaba sobre su mesilla y se percató de la cantidad de mensajes y notificaciones que tenía. Primero leyó los de Chiara, a quien se olvidó por completo de avisar que no dormiría en casa aquella noche. Se sintió mal por haberla convencido de que se quedara en su casa para evitarse pagar un hotel y así estar más tiempo juntas para después no avisarla de esas cosas. En ocasiones Chiara parecía más una madre pese a su joven edad.

Prometió llamarla justo después de leer los otros mensajes que la inquietaban: Bruna.

¿Dónde estas?

Necesito llamarte.

Llego al final mañana a las 11.

¿Me puedes venir a buscar?

Dunia saltó de la cama cuando vio que eran las 10:47 de la mañana y se apresuró a vestirse con urgencia. Neymar la miró con cautela.

-¿Todo bien?

-Siento estropearte el momento, pero Bruna llega a París en cuestión de 15 minutos y tengo que ir a buscarla al aeropuerto.

Neymar asintió no muy conforme con aquello. Había pensado en desayunar juntos y pasar la mañana tranquilos aprovechando el buen tiempo que hacía y que seguía con la baja por sus esguince, por lo que no tenía ningún compromiso importante, pero no le podía decir nada. A fin de cuentas, eran amigas.

-No te preocupes... supongo que se irá a quedar en tu casa.

-Supones bien.

Neymar se sentó a su lado en la cama mientras ella se terminaba de poner el vestido.

-¿Cuánto tiempo se quedará?

-Aun no lo sé... ¿no has hablado con ella?

-Muy poco, solo para preguntarme qué tal estaba y eso.

-Ya veo. De todas formas dudo que se quede aquí mucho tiempo. Me comentó que tiene todo el mes cubierto de publicidades en Brasil y Roma.

Neymar asintió y soltó un suspiro. Una vez Dunia terminó de ponerse los zapatos y de arreglarse el cabello en un moño, Neymar le colocó una mano sobre la nuca y la acercó a ella con pausa para pegar sus labios a los de ella en un suave beso. Dunia se dejó llevar por él, pero trató de separarse cuanto antes.

Inevitable (Neymar Jr)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora