Pasaron los días y akaza y yo formamos una gran amistad te estuvo entrenando este tiempo y se te complicó un poco ya que eran entrenamientos pesados y empezaste a comer carne humana aún que en un inicio fue muy complicado.
— Hana porfavor tienes que recuperar energía y es con esto — te mostro un brazo mientras que estabas en una esquina escondida con una sabana.
— ¡ NO POR QUE NO PUEDEN COMER COMIDA NORMAL! — Akaza ya estaba estresado y te agarra de la pierna tu únicamente te agarras de la pared pero el te jala y te pone en el piso.
— porfavor Hana copera no quiero que pierdas tu energía come — dijo mientras estaba encima de ti con el brazo lo mirabas asqueada pero te preocupaba su cara parecía preocupado y estresado — porfavor imagina que es carne normal — tu a duras penas tomas el brazo sentandote en frente de akaza no querias verlo triste y enojado ya tenía suficiente con aguantarte y tener tiempo contigo no podías imaginartelo como carne de algún animal pero que más te quedaba.
Le diste una mordida arrancando el pellejo mientras intentabas saborearlo, miraste la cara de akaza y ya se le veía relajado tendrias que acostumbrarte a comer carne humana.
Paso un rato y ya te habías terminado el brazo y estabas manchada de la sangre miraste a akaza con una sonrisa y el te la devolvió abrazandote.
— Gracias — te dio ternura en la forma que lo dijo y lo abrazaste igual.
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— Hana te traje aquí para uno de tus entrenamientos — akaza te había llevado a un río con cascadas súper fuertes para tu entrenamiento ya que son aguas termales y tu lo veías extrañada — quitate la ropa —
— ¡ QUE TE PASA, PARA QUE! — lo miraste indignada dando pasos para atrás pero el te agarro de las manos.
— Tal vez lo dije muy repentino perdon pero es parte de tu entrenamiento son aguas termales —
