9 - Fin de la partida

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¡Hola, bellezas!

¿Qué planes tienen para el finde? Espero que sea pasarla bien y que este capítulo forme parte de ello. Tenía muchas ganas de escribirlo, pero no adelantaré nada para no arruinarles la experiencia. Muchas gracias por sus votos y su apoyo. Ya me estoy muriendo de ganas de leer sus comentarios para este capítulo.

¡Disfrútenlo! Un besote.

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Fin de la partida

ANA

—¿Qué coño haces aquí? —Aiko me acecha en todas partes como si fuera un espíritu maligno. Solo le falta invocarse en mi casa.

—Pensé que no volverías al instituto cuando quedaste como una ridícula en público. —Aiko, con su voz de santurrona, camina despacio hacia mí—. Si hubiera sido así, todo habría sido mejor para las tres, pero decidiste volver. Aunque volviste con sed de venganza, sigues siendo una perdedora adicta a la humillación. —Sus palabras me perturban tanto como su presencia—. Te estuve vigilando para saber a dónde ibas a llorar a escondidas. Llevas varios recreos escondiéndote aquí, fue fácil predecir que volverías. Decidí esperarte para finalizar la partida. —Me restriega su sonrisita descarada y triunfante.

—¿Eres consciente de que eres una puta loca acosadora? —Mi pecho se altera por las ganas que tengo de golpearla con las verdades que se merece, pero esta podría ser otra de sus artimañas para fastidiarme—. No caeré en tu jodido jueguecito otra vez.

—¿Hablas de un fracaso como el tuyo? —Aiko, sosteniendo una expresión burlona, me muestra su teléfono con la pantalla desbloqueada—. Sin trucos baratos esta vez. Hablaremos de mujer a mujer. —La muy desgraciada está admitiendo que me tendió una trampa con el audio. Siento tanta furia que me clavo las uñas en las palmas al apretar los puños—. ¿Qué pasa? ¿Tu grabación no te sirvió para nada? Deberías saber que yo siempre voy un paso por delante, por no decir varios. —Hasta cierto punto, me siento insignificante por lo lista que es.

—No siempre te saldrás con la tuya, Aiko. ¿Laura sabe que estás aquí? No, seguro que no. La llamaré para que venga y le expliques por qué estás aquí.

—¿Estás segura de eso? —Aiko me rodea y se detiene frente a mí—. Hazlo. ¿A quién crees que le creerá cuando le diga que estoy aquí porque me invitaste a charlar en privado? Tengo testigos de que hace unos días atrás me perseguiste por el pasillo y me insultaste. Beatriz es una buena perra que lo corroborará, y tu grabación también. —¿Cómo usa de esa manera a la gente? Y Laura es tan ingenua que no ve cuán loca está Aiko—. Yo, como una buena chica, accedí a tu petición en otro ficticio encuentro que tuvimos porque quiero paz entre nosotras. —Las encías me sangrarán de tanto presionar la mandíbula debido a la impotencia que me carcome por dentro.

—Eres una auténtica hija de puta, Aiko, y no por lo que me estás haciendo, sino por jugar con Laura. Si la amaras de verdad, no le mentirías ni la engañarías como estás haciendo. La ves como un objeto de tu propiedad, no como una persona, por eso la tratas así.

—Por favor, Ana, no proyectes en mí lo que haces tú. Eres tú quien la considera de su propiedad y no la quiere dejar ir. Eres tú quien la acosa y la agobia para que vuelva a ti. Fuiste tú quien le ocultó que yo sigo viva. —Disfruta volviendo mis palabras en mi contra, por eso sonríe con aires de superioridad—. Yo, en cambio, soy su apoyo cuando lo necesita. No la persigo, la espero y le cedo su espacio. No le impongo nada ni le ruego para que me ame, solo la aliento a que haga lo que sus sentimientos le dicten. Lo único que he hecho es abrirle los ojos respecto a ti y recordarle que nuestro amor nunca murió.

La hermana de mi exnovio [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora