III

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Capítulo 3

Extensión: 6.700 palabras

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Venti fue el primero en despertar. Vio frente a él la imagen de Xiao, completamente despeinado, con el maquillaje medio quitado y el cuerpo desnudo. Se sonrojó por inercia al recordar la noche anterior. "¿No ha sido un sueño?" No, no lo había sido. Al moverse un poco para incorporarse notó un pequeño problema entre las piernas de su acompañante y no pudo evitar soltar un ligero gruñido.

—M-mierda...—susurró Venti y el calor comenzó a subir por todo su cuerpo. Entonces sus instintos le dominaron y acabó sobre el cuerpo del contrario, aún con las sábanas cubriendolos. —Buenos días— susurró jadeante contra los labios de este antes de mover ligeramente sus caderas contra él.

Un ligero jadeo escapó de los labios de Xiao cuando sintió una descarga procedente de su entrepierna. A tientas, sus manos se posaron en la cintura ajena y abrió los ojos completamente adormilado y confuso. ¿Estaba teniendo un sueño húmedo? No, no era un sueño... Estaba más que despierto.

—V-Venti... mhg...— murmuró con la voz ronca y trató de aclarar un poco sus pensamientos pero no le era nada fácil en ese momento.

—Xiao... ¿Puedo... sentarme en tu polla? Por favor... —le rogó jadeante sin dejar de moverse sobre él. Esta vez escondió su rostro en el cuello adverso y dejó varios besos allí.

Sin duda Xiao podría acostumbrarse a despertar así. Todo su cuerpo ya estaba caliente y eso que no le había dado tiempo a despejarse del todo, ese chico era su perdición.

—Hazlo... me tienes loco— gruñó y agarró las nalgas ajenas antes de empujar un poco sus caderas para que su elección rozara contra él más que antes. Las sábanas daban un ambiente más íntimo y le encantaba sentir el contacto entre sus pieles desnudas.

Venti se alzó un poco, lo suficiente como para hacer lo que había pensado. Sostuvo el miembro adverso con su mano y acabó haciendo lo que le había dicho, sentarse sobre él. Ahora que lo tenía en su interior no pudo evitar soltar múltiples gemidos a la par que movía sus caderas. Le dolía todo el cuerpo de la noche anterior, pero le daba igual.

—Ah... Xiao...

El mencionado gruñó y comenzó a moverse también desde abajo. Ahora ninguno estaba ebrio y las sensaciones eran mucho más nítidas. Le miró a los ojos, ambos estaban despeinados y bastante alterados, pero sin duda Venti le pareció demasiado sexy. Le atrajo en ese momento y unió sus labios con los de él de forma necesitada. El de las trenzas azules correspondió al beso del mismo modo, todo su cuerpo se estaba estremeciendo y sentía el orgasmo próximo a llegar.

Sin embargo, el sonido de la puerta provocó que se separase un poco de los labios de Xiao, aunque no dejó de mover sus caderas sobre él, algo más lento.

—¡Chicos! ¿Qué queréis desayunar?— La voz de Tartaglia al otro lado de la puerta terminó de alertarle y miró a Xiao, asustado. Normalmente Tartaglia los despertaba los domingos y, por ende, entraba sin avisar en la habitación. Pronto escucharon el sonido del pomo de la puerta, girando.

—¡ESPERA! N-no entres— gritó Xiao alertado y con el corazón latiendo a mil por hora antes de que su padrastro terminara de abrir la puerta. Se sonrojó abruptamente, aquello no iba a ser fácil de explicar pero tampoco podía ocultarlo. —A-ahora bajamos, danos un minuto...

Venti, al escuchar que Tartaglia parecía dejar de girar el pomo, movió sus caderas de nuevo con más necesidad a la par que miraba a Xiao como si fuera una gata en celo. Había descubierto lo mucho que le gustaba el sexo con él y ahora iba a ser muy complicado no asaltarle en cualquier momento.

Love in a bite (Xiao x Venti x Aether) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora