En Lugar Del Hijo, Tomaré Al Padre

Capítulo 88

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Donde lo conducían como si estuviera poseído, había un espíritu muy pequeño.

Regen vio un espíritu en forma de escorpión que solo había encontrado en los libros.

Sin embargo, el espíritu no hablaba como sujeto.

Usando el espíritu como medio, alguien más estaba hablando.

["Si tienes una vida tan divertida sin mí, querré ser malo porque eres descarado".]

Regen retrocedió poco a poco sin darse cuenta.

Con el paso del tiempo, esta voz se volvió terriblemente desdeñosa.

"¿Quién eres?"

El hombre dio una respuesta solo cuando Regen preguntó por tercera vez.

["¿Alguien que no quiere que sepas quién es?"]

Había poder en la voz del hombre.

Era una fuerza que Regen no pudo resistir.

"Lo siento mucho."

Entonces Regen instintivamente dijo que lo sentía. Quería que el hombre lo dejara ir.

Regen pensó que no debería haber encontrado el espíritu.

No debería haber escuchado esta voz.

Ni siquiera debería haber salido del castillo.

Sin embargo, sintió una sensación extraña en la que parecía que no podría haber podido escapar incluso si no hubiera salido. El hombre se rió entre dientes como si sintiera el miedo de Regen.

"Originalmente, la cuñada era el objetivo, pero no hay forma de evitarlo. ¿Puedes hacer algo divertido por mí también? Si te hice el mejor, ¿no deberías ser útil?

Él no quería.

Aunque no quería, ni siquiera podía imaginarse desobedeciendo.

El paraguas cayó de la mano de Regen.

***

Me acosté en la cama de Shaula y moví los pies.

"Shaula, intenta un poema acróstico con Maevia".

"¿Qué es Mayvia?"

"......Mi nombre."

"¿Ah en serio? Pensé que era el nombre de la heroína Evie".

¡Guau! ¡Ackk!

"¡Esto es Loco! ¡Tú también sabes de eso! ¡Bórralo de tu memoria ahora mismo!"

Me invadió la vergüenza, perdí los estribos y corrí hacia Shaula.

"¡Su Gracia, espere un minuto! ¡Ni siquiera me duele en absoluto!"

"¡Olvídalo de todos modos!"

"¡Cómo puedo olvidar algo tan divertido!"

Era hora de agarrar a la risueña Shaula por el cuello e hipnotizarla.

De repente, la vista por la ventana era extraña. En algún momento, la lluvia había cesado y una niebla no identificada cubría el cielo. Fue una sensación terrible.

"Oye, Shaula, mira eso".

Solté el cuello de Shaula y miré por la ventana.

Ni siquiera sonrió y tenía una expresión de perplejidad en su rostro.

"Oye, ¿por qué hay tanta niebla?"

Era tan blanco que apenas podía ver el paisaje, como si hubiéramos entrado en las nubes.