29. Breaking down.

271 40 808
                                    

Hi again~ Yep, hoy y mañana tenemos doble capítulo para hacerlo más o menos equilibrado porque el epilogo es bien chiquito, pero habría sido muy pesado subir tres cosas. Este es el último capítulo de transición para que Eiji vaya viendo cómo se ve más que nada, si bien, ningún sentimiento es estatico porque no hay nada estatico en las personas, hay algo que predomina y se nota mucho de una manera reconfortante.

Mil gracias por el apoyo.

Mil gracias por el apoyo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Entonces... —Su voz se encuentra repleta de nervios y otras cosas no dichas todavía—. ¿Te agrada?

—No. —Eiji pestañea. Una vez. Dos veces. Frunce el ceño. ¿Qué?

—¿No?

—Lo odio. —Okey, tanta sinceridad no era necesaria.

—¿Qué tiene de malo? —La irritación es obvia en su voz, se pasaron la hora anterior planificando su conjunto y le molesta de sobremanera que no haya dicho nada hasta tenerlo modelando enfrente.

—El suéter con el pajarraco. —Un tic nervioso azota su ojo derecho—. Su cara es rara y deforme, cae mal, quítatelo.

—¿Podrías tratar con más cariño a Nori Nori?

—Podría... —Su sonrisa es felina y mañosa—. Pero no quiero hacerlo. —Y Eiji tiene que contener una patada contra el suelo para mitigar su rabia.

—¡Eres insufrible!

—Tal vez. —Ash se le acerca, consiguiendo matar toda distancia en una zancada—. Los brazos arriba.

—No lo hago porque me lo pides. —Refunfuña—. Lo hago porque quiero. —Obedeciéndolo (aunque nunca lo admitirá en voz alta).

El suéter rojo cae al piso de un solo tirón.

Ash se quita su chaqueta de mezclilla, Eiji la reconocería dónde sea, es su favorita, la ha vestido tanto que las costuras en los brazos impresionan a una lavada de romperse, la tela se desliza sobre el nipón y obviamente la talla le queda grande, dónde deberían estar los puños recién se notan sus dedos, el borde le cubre toda la cadera y los botones chocan entre sí. Primero Eiji cree que debe estar jugando, sin embargo, el repentino aroma de su amante lo envuelve y es un hechizo.

Adictivo. Magnético. Seductor.

Reconfortante.

Sí, Ash es reconfortante y seguro.

—De esa manera no te pondrás tan nervioso en televisión. —Le aconseja, su gesto es tan significativo que su corazón se agita y flota en un canto de mirlo—. ¿Qué? —Las mejillas de Ash están sonrosadas.

—Es adorable que te sigas poniendo nervioso cuando haces algo lindo por mí. —Eiji se burla con una sonrisa de comemierda, no obstante, no es lo suficientemente intimidante como para que las palmas de su novio no se enganchen al elástico de sus jeans, bajen hacia su trasero y lo atraigan de un tirón.

Glimpse of us [Angstpril 2023]Where stories live. Discover now