Capítulo 36

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Dunia decidió bajar al darse cuenta de que Neymar no aparecía y le escuchaba hablar con alguien de forma acalorada. Las respuestas de Neymar se escuchaban secas y cortantes así que se apresuró a acercarse a la puerta y se quedó congelada a verle allí.

-¿Se puede saber qué haces aquí?

-No. Qué haces tú aquí con todo lo que está pasando.

-Ya te dije todo lo que tenía que decirte.

-¿De verdad eres tan cobarde para esto?

Neymar empujó el pecho de Máximo cuando se dio cuenta de que había comenzado a dar un paso adelante, y este le dedicó una sonrisa de autosuficiencia.

-Esto no va contigo, amigo.

-Estás en mi casa y sí es asunto mío. Más cuando le hablas así a ella.

-¿No sabe quién soy? -se dirigió a Dunia ignorando por completo al brasileño.

Dunia se frotó la cara con impaciencia y miró al techo.

-Pensaba que era más especial para ti.

-¿Pero quién demonios eres tú?

-Es un compañero de trabajo del Sensations. -respondió Dunia antes de que la situación se saliera de control por completo.

-Casi de su misma sangre. Como hermanos, aunque a ella le pese.

-Nunca dije eso.

-Eso está pareciendo. Tantos años compartiendo clientela y ahora me vienes con esto.

-Maxi, por favor, cállate.

-¿Te has acostado con él? -preguntó Neymar casi sin poder retener más aquella incómoda pregunta en su boca.

Le parecía tan extraño que alguien la fuera a buscar como aquel tipo lo había hecho y por un momento temió que Dunia no hubiese sido del todo sincera con él: tal vez fuera Máximo un motivo por el que ella se reprimía tanto a estar con él, pero nunca se lo quería decir.

-Tranquilo, querido. Solo nos acostamos si alguien paga por ello.

-Basta, ya.

-¿Te vienes a despedir a tu padre o qué?

Neymar volvió a observar a Máximo con cautela.

-¿Despedir a su padre?

-¿Podemos hablar de esto a solas, por favor?

-Tu novio futbolista no sabe nada, ¿no? -inquirió casi en una afirmación Máximo. Dunia bufó al escucharle -. Bueno. Tu suegro está agonizando en el hospital. Me la llevo a que por lo menos tenga la decencia de decirle adiós y que se pueda marchar tranquilo.

-No lo cuentes así, porque sabes que no son las cosas como tal.

-¿Por qué no me has hablado nada de esto? -le preguntó entonces Neymar en un tono mucho más ansioso.

Máximo pareció aburrido y se apoyó en el marco de la puerta con gesto desinteresado.

-No tengo relación con mi padre alguna. No vi adecuado decir nada.

-Es tu padre y se está muriendo. -puntualizó Máximo.

-Mi padre se avergüenza de su hija porque sabe que fue scort. Dudo que yo sea lo último que quiere ver.

-Si tan solo hablaras con él, entenderías que tu padre quiere irse tranquilo contigo...

-¿Y por qué tú estás tan metido en su vida?

Máximo volvió a sonreír.

-Soy su hermano.

-Adoptado.

-Hermano.

-Esto no puede estar pasando.

Neymar caminó con desespero por el recibidor.

-Ney...

-Tu padre se está muriendo, Dalia.

-No lo entiendes.

-No. No lo entiendes tú -espetó con dureza el brasileño -. Si no vas te vas a arrepentir toda tu jodida vida de esto. Coge tus cosas y cogemos mi avión. Te tienes que despedir de él.

-Por fin alguien cuerdo. Éste me gusta un poco más. -comentó Máximo acomodando la manga de su camisa.

-Cállate. -hablaron Dunia y Neymar a la vez sin mirarle.

Él levantó las manos en signo de paz y aguardó silencio.

-Ney. Mi padre no me puede ni ver.

-Si tu padre está en su lecho de muerte, no va a pensar en lo que haya pasado entre vosotros.

-No me puede ni ver.

-Sé sincera, Dunia. -volvió a interrumpir Máximo  cruzándose de brazos -Todo lo que te ocurre es que estás cagada de miedo porque en parte sabes que se va a ir y no quieres afrontar la realidad. Es normal, es tu padre y no quieres que se marche y prefieres estar enfadada toda tu vida con él a asumir que se muere, pero se está muriendo. Ten los ovarios que sé que tienes y dale la despedida que se merece.

Dunia intercaló una mirada con Neymar y Máximo y se limitó a asentir la cabeza brevemente antes de subir por las escaleras hasta volver a su habitación. Ni le había dado tiempo a deshacer la maleta cuando ya tenía que volver a España. Neymar la siguió. Ella lo sintió, pero no dijo nada.

-Duni...

Ella no dijo nada.

-Es importante que hagas esto, por más que pienses que es un suplicio.

-Lo sé.

-¿Entonces?

Dunia se giró a mirarle y Neymar se dio cuenta de que sus ojos se habían enrojecido por el llanto que trataba de reprimir.

-No le quiero ver morir. No estoy preparada para eso.

Neymar se acercó a ella y la envolvió en un abrazo para después poder besarla.

-No me voy a separar de ti, te lo prometo.

Inevitable (Neymar Jr)Where stories live. Discover now