Capítulo 33: Shaitan

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Aleck estaba temeroso, pero no era momento para escapar, respiró profundamente y exhaló, después abrió la puerta. De momento parecía que no había nadie, hasta que entró y la puerta se cerró fuertemente detrás de él.

—Aleck Agreyfen, finalmente nos conocemos —decía la voz de Zacian.

Aleck volteó de inmediato, Zacian estaba ahí.

—Zacian... o debería decir ¿Shaitan?

—Hace mucho que no escuchaba ese nombre —rio y después continuó—. Aprecio mucho que me hicieras el favor de venir hasta aquí por tu cuenta, perseguirte por Eclerion ha sido todo un fastidio. Ahora se un buen niño y entrégame las gemas.

—Sobre mi cadáver.

—Si insistes.

Zacian lanzó el primer ataque, una esfera de energía oscura que Aleck apenas logró esquivar, tenía que contraatacar, él lanzó una llamarada de fuego que Zacian fácilmente anuló. La oscuridad de Shaitan contra los ataques de Aleck estaban dejando el lugar destrozado rápidamente. Entonces uno de los proyectiles oscuros casi hirió a Aleck, casi gracias a que uno de los poderes del báculo se activó, un escudo que protegía el perímetro de Aleck, pero eso no lo protegería por mucho tiempo. Zacian comenzó a concentrar una gran cantidad de energía oscura en sus manos hasta tener un hechizo tan poderoso como para destruir el campo de fuerza de Aleck. Él lanzo aquella concentración de oscuridad, tan poderoso que la habitación se cubrió en tinieblas y después se destrozó rompiendo el suelo y haciéndolos caer en el piso de abajo, Aleck golpeándose y Zacian de pie sin rasguños.

Aleck se levantó como pudo, su báculo había aterrizado lejos de él. Atacó tratando de distraer a Zacian para poder correr hasta el báculo, pero Zacian lo evito y lanzó otro ataque que golpeó directamente atrasevando la armadura de Aleck y haciéndolo escupir sangre. Adolorido y tembloroso, pero todavía con suficiente fuerza Aleck se levantó, contra atacó con una serie de combinaciones de hechizos de elementos, agua, tierra, fuego y aire hasta acorralar a Zacian contra una pared, entonces Aleck lo intentó, el hechizo que Samsara les había enseñado para separar a Zacian de Shaitan, pero antes de poder recitarlo un agujero oscuro de las manos de Zacian empezó a consumir la magia a su alrededor liberándolo. Su hechizó no solo absorbía la magia de Aleck, sino que hacía que Zacian recuperara la suya convirtiéndola en poder oscuro permitiendoles lanzar un fuerte ataque contra Aleck tan potente que logró dejarlo tendido en el suelo sin poder moverse, Aleck quedó inconsciente. Zacian se acercó a Aleck jactando sobre su victoria.

—Eres toda una burla para ser el kirili. —Se burló.

Puso su mano sobre el collar de Aleck y tiró fuertemente de él arrancándolo de su cuello. Shaitan había conseguido ya dos de las tres gemas, solo le hacía falta una más poder abrir la Puerta de Edrena y liberar a todos los demonios.





Elliot y Shana seguían buscando más guardias de la Legión Oscura para liberar sus mentes de la oscuridad, habían mandado a Ori y Héctor a apoyar a la Alianza en la ciudad como refuerzo por lo que estaban solos cuando Zacian apareció frente a ellos.

—¡Zacian! —Exclamó Elliot al verlo.

—En realidad, no me sorprende que tu fueras un traidor, pero al final me has sido de utilidad — dijo Zacian realizando otro hechizo para atacar a Elliot.

Elliot no solo lo esquivó, lo reflejó con ayuda de su espada para regresarle el ataque.

—Ponte detrás de mí — dijo Elliot a Shana.

Eclerion: El Legado del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora