¡Hola, amores!
Hoy es el cumpleaños de mi querida Laura y lo celebraremos con este capítulo tan especial para ella, aunque también incluyo el cumpleaños de Aiko, que fue hace tres días. Espero que lo disfruten, que se rían un poco y que añadan sus votos y sus comentarios. ¡Gracias!
¡Un besote!
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Te haré sufrir
LAURA
Tengo la impresión de que hoy es el día de los retrasos, del auge de las enemistades y de las desapariciones misteriosas, aunque agradezco que Aura aceptara ayudarme y, en especial, haber dado otro paso amoroso con mi Ai. Si seguimos así, es cuestión de tiempo que sustituyamos la categoría de amigas por la de novias. ¿Y si la sorpresa que me ha preparado guarda relación con una declaración de amor?
Será mejor que no me adelante a los acontecimientos y que espere a que todo fluya. Además, no puedo sacarme de la cabeza a Ana. Ella es quien ha desaparecido misteriosamente durante una hora de clase y nadie sabe a dónde fue. Sus pertenencias siguen en el aula, por lo que me extrañaría que se hubiera fugado del instituto.
Aprovechando los minutos de descanso entre clase y clase para ir al baño, medito al respecto. Recuerdo que Ana chateaba con alguien en la entrada del aula cuando empezó el segundo recreo. No es difícil suponer que quedó con esa persona por la brevedad de la conversación y la rapidez con que se marchó. Pero ¿quién podría ser esa persona? Ana no ha vuelto desde entonces.
—¡Laura! —chilla una chica detrás de mí en cuanto entro en el baño y me provoca un sobresalto al pincharme con los dedos en la cintura.
—¡Dios! —Tras un brinco, encaro a la atrevida y confirmo la identidad de quien cuya voz me resultaba familiar. La niña Anaís... —No me des esos sustos. ¿Quién eres?
—¿Qué? —pronuncia, desconcertada, pero enseguida capta mi mensaje—. Ah, ya... —Anaís cierra la puerta y comprueba que no haya nadie en las cabinas—. Despejado. Ya puedes hablar con el fantasma de tu vida y dejar de fingir que no existo.
—Necesito hacer pis y casi logras que me lo haga encima. No vuelvas a darme esos sustos.
—Protestona. Tú me los dabas a mí —replica muy risueña, como siempre—. Eres mi maestra, aprendí de ti. Te vi bajando por las escaleras y te seguí en silencio. Echaba de menos hablar contigo. Por cierto, ¿por qué cojeas? ¿Qué te ha pasado en la pierna? ¿Estás bien? —Se fija en mi moratón.
—Me caí por unas escaleras por andar de tonta como tú. Gracias, estoy bien.
—Sí, tienes tendencia a hacer cosas raras, como correr por los pasillos vacíos y esconderte de los fantasmas. ¿Te acuerdas de cuando tropezaste conmigo? A veces sueño con ese día.
—Sí, me acuerdo. Para mí fue el inicio de una pesadilla. —Así lo percibí, pero le tomé mucho aprecio a esta niña con el paso del tiempo. Quería tener una vida como la suya, una vida inocente y pacífica, sin acoso y sin venganzas. Ahora la miro y siento que estoy más cerca de parecerme a ella a pesar de que medio instituto me cataloga como zorra.
—Ya, eras más rancia que un pan viejo, pero me impactaste duro en la cabeza en todos los sentidos. ¿Te conté que tuve mi primer sueño húmedo contigo? —Ríe con timidez.
—No, y no quiero los detalles. Piensa en tu novia...
—Lo hago, también te seguí por eso. Eres la única no virgen que conozco y necesito consejos.
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La hermana de mi exnovio [En proceso]
Teen FictionLa experiencia me enseñó que las vidas perfectas no existen, pero la mía con Laura me hacía feliz. Sin embargo, nuestra vida de ensueño se convirtió en pesadilla cuando ELLA apareció... *©2021 Luis E. Bermúdez* *Todos los derechos reservados* *No au...