𝖳𝗁𝗂𝗌 𝖫𝗈𝗏𝖾 ;; 𝗡𝗶𝘀𝗵𝗶𝗺𝘂𝗿𝗮 𝗥𝗶𝗸𝗶 ✔︎

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27: Distancias cósmicas

Lo había arruinado todo con ella.

No quería que sucediera de esa manera y mucho menos quería que lo descrubiera por una estúpida conversación entre Ren y yo, pero pasó y no tenía ni la más mínima idea de como solucionarlo.

Ari me estaba evitando y era diferente a como alguna vez lo había hecho. Ella no me hablaba ni me miraba, tampoco podía enviarles mensajes o llamarla, no podía explicarle nada. No me lo permitía y tenía sentido que lo hiciera, la había lastimado demasiado, mucho más que antes. Le había engañado en más de una ocasión y sabía que eso jamás me lo iba a perdonar. Pero, sin importar cuan molesta estuviera conmigo, yo necesitaba explicarle todo y al menos poder sentir que tenía una oportunidad más con ella.

La extrabaña. La extrañaba como a nadie nunca antes había extrañado en mi vida. Comenzaba a darme cuenta que dolía más extrañar a alguien vivo que a alguien muerto. La necesitaba a mi lado, necesitaba sus dulces palabras, sus delicadas caricias, sus suaves labios. Necesitaba estar a su lado  para poder recordarle lo mucho que la quería. La necesitaba a ella. Mi vida esta siendo una completa mierda sin ella.

Mi madre no tenía ganas de mejorar y ya se había dado por vencido con el tratamiento, mi padre apenas me hablaba y sin Ari, yo sentía que mi vida no tenía ningún sentido, ninguna razón para continuar. No tenía a nadie a mi lado, estaba completamente solo y con ella sentía que podía hacerlo todo bien, pero lo jodí.

Solo quería que estuviera a mi lado, que me dejara explicarle todo y me diera una segunda oportunidad. Solo necesitaba eso para volver a sentir que valía la pena seguir viviendo la vida.

Sabía lo que era. Sabía lo dependiente que estaba siendo, sabía lo problemático que era eso y sabía que no era bueno para algunas personas, pero, para mí, ella era lo mejor. No sabía de que otra manera sentirme bien si no estaba ella.

Sin embargo, a pesar de toda esa dependencia, también era consciente de que ella se estaba deteriorando. Su mente era frágil y eso siempre me preocupó, me preocupaba de que se terminara perdiendo por completo así misma o que hiciera algo mucho peor que causarse daño, por eso preferí ocultarle todas las cosas en vez de ser completamente honesto y, aunque, en varias ocaciones quise decircelo, la cobardía terminó por ganarme. No estaba seguro de estar haciendo lo correcto, pero, al menos me funcionó por un tiempo ya que realmente estuvimos bien al inicio.

Pero, los problemas nunca se iban y las inseguridades tampoco. No me gustaba discutir, tampoco enfadarme por cosas que ella no tenía culpa, pero, simplemente pasaba. Cuando la veía con Ni-Ki, sentía que ella en algún momento correía a él y me dejaría y eso me asustaba. Me aterraba perderla por Ni-Ki. Ni siquiera me puse a pensar en que podría perderla debido a mí.

Y así pasó. La perdí por mi culpa.

—¡Vamos! ¡Sal de ahí, por favor! —exclamé mientras mi cuerpo se tambaleaba.