[ 022 ]

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Tres meses después.

—Felix, ¿estás bien?, puedo sentir tu tristeza —dice un Jisung preocupado.

—No, ya no se que sucede con Hyunjin, tú sabes... lo que te he contado.

—Felix... ¿enserio crees que te esta engañando?, tienen un bello bebé, no creo.

—Si, puedo asegurarlo, anoche me mandaron un video... —una lagrima resbaló por su mejilla derecha—. Era él y otra chica besándose. Jisung, llega tardísimo a la casa y aveces pasado de copas. Antes tenía todo su apoyo, me decía apodos lindos, jugaba con Eunwoo, me llevaba a citas, dormíamos abrazados, ¿qué fue lo que hice mal? ¿Qué hice? ¿Por qué todos siempre me utilizan y luego me tiran como si fuera una basura?

—No digas eso —abrazo fuertemente a Felix.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

—¿Podemos hablar? —dice él Omega cuando ve que el pelinegro entra en la habitación.

—Lo hacemos mañana, estoy cansado.

Le dolía.

Le dolieron sus palabras.

Ni siquiera había alguien tipo dé explicaciones o de nada, simplemente estoy cansado. Esas palabras se sintieron como si le hubieran clavado espinas en su débil corazón, tenía inmensas ganas de llorar y desaparecer de eso preciso momento. Pero tendría algo de dignidad al menos una vez.

—¿De que estás cansado?

—De muchas cosas. He estado ocupado ya te lo dije.

—¿Qué te sucede últimamente? Hyunjin, llegas tarde, eres frío, cortante, no lo entiendo.

—Deberías entenderlo Felix. Estoy en ultimo semestre tengo muchas cosas encima y muchos trabajos.

—¿Un trabajo es besar chicas?

—¿Qué mierda dices? ¿Quien te dijo eso? ¿Te lavaron el cerebro? —dice acercándose lentamente al otro haciéndolo retroceder hasta que su espalda siente la pared. El Omega suelta un chillido de miedo, ahora sabe que se metió en grandes problemas.

—Perdóname, solo son ideas mías, estoy muy estresado, lo siento.

Sin más Hyunjin comienza a besarlo, esta vez no es dulce ni suave, es un beso rudo que incluso logra que los labios del rubio duelan y sangren un poco. Le disgusta ese beso. ¿Quiere sexo?. ¿Después de tener una pelea?.

Tira al otro a la cama y comienza a quitar la ropa de ambos. Ni siquiera se da el tiempo de prepararlo y sin más entra en el, provocándole un inmenso dolor.

—V-Ve más lento por favor, me estás l-lastimando... —pero parece no oírlo.

Este no es el Hyunjin del que se enamoró.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Fue al cuarto de alado y encontró a su pequeño despierto, seguramente se asustó, por que el minuto comenzó a llorar, así que Felix lo tomó entre sus brazos y se sentó en la silla mecedora.

—¿Qué opinas que debamos hacer? Ya no quiero estar así con tu papá, pero tal vez el es el que ya no quiere estar conmigo. Me siento insuficiente para él, ya ni siquiera juega contigo y tú no tienes la culpa de nada. Toda la culpa es mía. Así que he tomado una decisión.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Mi querido amor.

Hyunjin, dejó esta carta para poderte explicar el por qué decido irme y jamás volver. Espero puedas comprender y valorar lo que siento.
Ya no eres el mismo, tú no eres el Alfa del que yo me enamoré. Ahora simplemente no te reconozco. Me siento insuficiente para ti, en estos días intentaba que me miraras, que me besaras, que me abrazaras al dormir, que contestaras mis mensajes, incluso hacía que mi aroma fuera más fuerte para que me dieras un poquito de atención, pero prefieres irte con otras y lo respeto, si tú eres feliz, yo también seré feliz, sigue con tu vida, triunfa como siempre lo haz echo. Por nuestro Chachorro no te preocupes él estará bien conmigo, le daré lo mejor.

Te pido que no me busques.

Y sobre todo, nunca olvides que siempre tuviste alguien que te amo como nunca nada lo hizo, no olvides que siempre tuviste a alguien en quien confiar.

Muchas gracias por todos los momentos que vivimos, agradezco a la vida por hablarme permitido conocer a alguien como tú.

Te amo. Felix.

Hyunjin leía esa carta que encontró en la mesa cuando llegó después de terminar de organizar la ceremonia de bodas que tenía planeada todo ese tiempo que tenía estando ausente para su Omega.

Mientras leía cada verso, cada palabra, sentía como su corazón se partía , sentía como si una parte de él le faltase.

Su alfa comenzó a reclamarle.

Se ha ido.

Nuestra culpa.

Le hicimos daño.

Nuestra culpa.

—Lo sé, todo es nuestra culpa, fui un idiota por comportarme así con el, le hubiera dicho que me quería casar con él esa vez que me preguntó que me estaba sucediendo—se sentó en el sofá y destapó una botella de vino, la cual comenzó a beber mientras lágrimas amargas y llenas de dolor se desplazaban por sus mejillas.

Por qué después de todo; había perdido lo que más amaba.

Sabía que compartía un lazo con él Omega y podía sentir su tristeza, estaba seguro de que le había echo mucho daño, sin saberlo, nunca fue su intención dañarlo, pero lo había echo después de todo.

Cuatro años después.

—Mi amor, que lindo estás, no puedo creer que ya vallas a ingresar a preescolar—Felix besa la mejilla de su pequeño—. Te amo tanto.

—Yo también te amo, mami.

—Bien, por favor pórtate bien, cielo, cuídate mucho, yo vendré por ti cuando salgas. Te quiero.

¿Cómo había ido la vida de Felix después de cuatro años?

La verdad es que había ido bien, ahora vivía en Londres, tenía una bonita casa y le gustaba su trabajo, era un excelente diseñador de modas en una de las mejores empresas. Pero, admitía que seguía sintiendo esa soledad, a pesar de que tenía a su pequeño hijo, sentía un gran vacío en su corazón, fuera de que no sabía cómo estaba con vida, había sufrido una fuerte depresión, por lo mismo de querer romper repentinamente El Fuerte lazo con su Alfa, pasar de tenerlo todos los días a simplemente alejarse de él, le dolía mucho hasta la fecha, pero agradecía que Hyunjin no lo hubiera buscado. Así ya no complicaba las cosas.

Llego a su casa y se topó con la sorpresa de que Han y Minho habían venido hasta Londres solo para verlo.

—¡Felix!—lo abraza—te extrañe tanto.

—¡Jisung! También te extrañe mucho.

—Hola Min, ¿Como han estado? —saluda y a la vez pregunta.

—Muy bien la verdad, gracias por preguntar, ¿tu? ¿Cómo te va?

—Igual, ni bien ni mal, pero he estado estable desde la última vez que salí del hospital—ve el anillo en la mano de Han—. ¡Dios! ¡No me digas! ¿¡Se van a casar!? —grita emocionado.

—¡Si! ¡Y también seremos papás!—dice alegremente.

 AMANTES | Hyunlix  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora